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Los deportistas que arriesgan la vida con un "traje alado"

La disciplina del wingsuit permite a sus aficionados "planear como pájaros", pero la práctica causa polémica tras la muerte de cinco personas en un menos de un mes. ¿En qué consiste este deporte extremo?

24Horas.cl TVN

Viernes 23 de agosto de 2013

"Cuando estoy volando no existe nada más, estoy concentrado en vivir ese momento hasta el último segundo".

Así describe el instructor español Álvaro Valdés Arribas qué se siente al practicar wingsuit, un deporte de alto riesgo que permite a sus aficionados "planear como pájaros", pero que ha generado una intensa polémica en Francia tras causar cinco muertes en menos de un mes.

El wingsuit, o traje alado, consiste en planear sobre el perfil de una montaña a más de 150 kms por hora con un traje que incorpora membranas a modo de alas.

Valdés Arribas ha realizado más de 1.000 saltos de winguist. Fotos: gentileza A. Valdés Arribas

"El wingsuit es una disciplina del paracaidismo en la que se utiliza un traje especialmente diseñado para el planeo en caída libre. Se compone de unas alas en brazos y piernas que, mediante unas entradas de aire, consiguen la presurización en el traje", dijo a BBC Mundo Valdés Arribas, instructor wingsuit del centro de paracaidismo Skydive BCN, en España, quien a los 27 años cuenta con más de 1.000 saltos de experiencia.

"Básicamente, el wingsuit convierte la fuerza vertical de la caída libre, en velocidad horizontal. Existen trajes muy diferentes en el mercado con los que se pueden llegar a conseguir unos tres minutos en el aire y algunos datos aproximados muestran unos dos metros de avance por cada metro descendido".

Los deportistas se dejan caer desde un avión bajo, un acantilado o una cumbre vestidos con su atuendo de murciélago y vuelan muy cerca del contorno de una montaña a lo largo de varios kilómetros, antes de aterrizar con un paracaídas.

Las imágenes cautivan por su belleza con planeadores que casi rozan los árboles, y a veces, incluso, se lanzan al vacío con una lata humeante en los pies para marcar la estela durante su itinerario.

Parte del atractivo es registrar el vuelo con una pequeña cámara adherida al cuerpo y compartir la grabación en plataformas como Youtube.

Pero aún los deportistas más experimentados corren riesgos extremos.

Fallos fatales

Algunos observadores comparan la práctica del wingsuit con la Fórmula Uno, donde cualquier fallo puede ser fatal.

Desde el 26 de julio, un alemán, un polaco, un británico y dos franceses perdieron la vida. A ello se suma la muerte de Mark Sutton, el paracaidista que encarnó al agente secreto James Bond en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres el año pasado.

Sutton se estrelló el pasado 14 de agosto contra una colina rocosa de los Alpes suizos, tras saltar de un helicóptero a 3.000 metros de altura.

¿Qué dice Valdés Arribas de los riesgos del wingsuit? "Ante todo, me gustaría responder a esta pregunta con el mayor respeto por la muerte de esas personas", dijo a BBC Mundo el instructor.

"En segundo lugar, dichos accidentes se han producido practicando saltos B.A.S.E., una disciplina que consiste en saltar desde objetos fijos a baja altura -montañas en este caso concreto- y donde los riesgos son mayores porque el margen de error es nulo. Aún así, el límite al que se quiera llegar siempre depende de uno mismo. Es decir, para que cualquiera pueda entender de lo que hablo, cuando uno se sube a su automóvil puede escoger entre circular de manera normal o hacerlo a toda velocidad, arriesgándose a perder el control y sufrir un percance grave".

Jean-Michel Poulet, director técnico de la Federación Francesa de Paracaidismo, que no incluye el wingsuit entre sus disciplinas, dijo a la agencia EFE que el deporte sólo debe ser reservado a paracaidistas expertos. Poulet lamentó que haya "gente que no pasa por el paracaidismo, se compra un traje y se inicia con el wingsuit, lo que provoca muchos accidentes".

El origen del deporte se remonta la década del 30, pero su práctica moderna fue impulsada en los 90 por el francés Patrick de Gayardon, fallecido en Hawai en 1998 cuando probaba una nueva versión de su traje. Se estima que, sólo en Francia, hay cerca de 300 adeptos.

Valdés Arribas sólo hizo su curso de wingsuit una vez que había conseguido acumular 200 saltos. "Ese es el requisito para cualquier paracaidista que quiera adentrarse en esta disciplina".

"En los últimos años se ha incrementado el número de adeptos a este deporte y las estadísticas son claras en ese sentido: cada vez se producen más accidentes", dijo el instructor español.

"Parece ser que uno de los mayores problemas es que muchas de esas personas no reúnen la experiencia requerida en el paracaidismo porque no lo consideran necesario. Resulta cada vez más frecuente encontrarse casos de personas con muy poca experiencia practicando salto BASE o volando en wingsuit sin ningún tipo de preparación".

Paso a paso

Valdés Arribas se inició como paracaidista en Empuriabrava, Cataluña.

"En mi caso no existió una razón concreta por la que decidiera lanzarme a la práctica de este deporte. Simplemente me llamó la atención el hecho de experimentar algo nuevo, de alcanzar una nueva meta. Lo que yo no sabía es que detrás del paracaidismo había todo un mundo que me iba a enganchar y sin el que ya no podría vivir. Me refiero a que no se trata sólo de la búsqueda de adrenalina que cualquiera pueda imaginar. Existe todo un mundo nuevo, grandes amigos y mucho más allá en el día a día de un paracaidista".

Para el deportista español, la experiencia del wingsuit es "una sensación muy difícil de explicar. Hay que vivirlo para entenderlo. Cualquier disciplina de caída libre ofrece una sensación de libertad extrema, pero personalmente pienso que el wingsuit es algo muy diferente".

Thomas Malahel, instructor de caída libre en Los Alpes que cuenta con 10.600 saltos en su currículum, aunque "solo" 200 desde montañas o acantilados, recordó recientemente que hay muchas posibilidades para que algo falle al pasar tan cerca de la montaña y señaló que "pasar a 10 metros del suelo es una idiotez".

Valdés Arribas dijo a BBC Mundo que entiende "a cualquier persona de mi entorno que se preocupe por lo que hago. Por esa razón, me gusta que sepan por qué lo hago y que tengan la seguridad de que siempre intento poner todas las precauciones a mi alcance".

"Por desgracia, este un mundo ajeno para la gran mayoría de la sociedad y no sería la primera vez que escucho exageraciones al respecto. En realidad, mi experiencia me dice que muchas de esas críticas las vierten personas que desconocen de lo que hablan. Respeto la opinión de todos, pero personalmente nunca dejaría algo que me hace feliz, por el simple hecho de que se considere arriesgado".

El consejo del instructor a cualquier interesado es "que no lo duden, que lo intenten si eso es lo que desean. Pero que se dejen asesorar por buenos profesionales y vayan paso a paso, sin prisa. La mejor sensación que uno puede tener en esta vida es la de marcarse un reto que parece imposible y conseguir superarlo pese a los miedos o los obstáculos que pueda encontrar en su camino".

Hay algo que los aficionados jamás deben olvidar, según el deportista español.

"En los vídeos todo parece muy fácil, pero que nadie se engañe, requiere mucha experiencia y habilidad".