Click acá para ir directamente al contenido

Los inmigrantes: ¿lastre o subsidio al sistema de salud de EE.UU.?

Un estudio de la Universidad de Harvard concluyó que los inmigrantes contribuyen más al programa Medicare de salud pública que lo que usufructúan, contradiciendo las teorías de que serían una carga para el sistema.

24Horas.cl TVN

Martes 11 de junio de 2013

William Márquez BBC Mundo, Washington

Los inmigrantes usufructúan menos del sistema Medicare, según el estudio

Uno de los argumentos más utilizados por los que se oponen a la reforma migratoria en Estados Unidos es que los inmigrantes son una carga para el seguro social y otros programas de asistencia como el de salud pública, Medicare.

El inmigrante viene a EE.UU. a aprovecharse de todos estos programas federales, según la teoría, sin aportar su cuota y, con una población anciana creciente, la red de seguridad social colapsará más rápido. Pero un nuevo estudio pone en duda esa posición y afirma todo lo contrario.

La Escuela de Medicina de Harvard analizó datos de siete años de la última década para demostrar que la fuerza laboral inmigrante han contribuido miles de millones de dólares más que lo que recibe del sistema de salud pública Medicare -que se encarga de los cuidados de los ciudadanos de tercera edad.

Medicare se financia en gran parte por la retención de impuestos en la fuente y, como la comunidad inmigrante es en su mayoría de edad trabajadora, son grandes contribuyentes al programa. Por otro lado, el inmigrante por tradición, utiliza menos los servicios de salud pública.

Los investigadores de Harvard concluyen que esta relación de contribución vs. uso ha ayudado a generar un gran superávit en Medicare y advierten que restringir la inmigración agotaría los fondos de ese sistema.

El estudio se produce cuando el Senado debate un proyecto de reforma migratoria y los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes buscan limitar el acceso a los servicios del gobierno para los indocumentados que logren la ciudadanía en caso de que se apruebe la reforma.

Fondos en peligro

Medicare es el sistema de salud pública en EE.UU. que sirve a los ciudadanos mayores de 65 años y es financiado por dos fondos. Uno es el fondo fiduciario de seguro hospitalario que principalmente cubre el cuidado de pacientes internos y se base en los impuestos del contribuyente. Un segundo fondo, subvencionado anualmente por asignación del Congreso, cubre el costo de pacientes ambulatorios.

En años recientes, a medida que la población estadounidense se vuelve más anciana, ha habido mucha preocupación de que Medicare no podrá seguir sosteniéndose y se ha pensado que el fondo fiduciario de seguro hospitalario está bajo amenaza de agotamiento, así que ahí se concentró de la investigación en Harvard.

De acuerdo al estudio, que tomó datos entre 2002 y 2009, los inmigrantes pagaron mucho más en impuestos a Medicare que lo que reclamaron en servicios, aumentando las arcas del fondo en US$115.000 millones durante esos siete años.

En 2009, según los investigadores, los inmigrantes contribuyeron US$13.900 millones más al fondo fiduciario de lo que reclamaron en servicios, mientras que los estadounidenses nacidos en el país gastaron US$31.000 millones más de lo que pusieron.

"La estabilidad financiera de este fondo depende en parte de la relación entre los impuestos que pagan los contribuyentes de edad laboral y los beneficiados mayores de 65 años que usufructúan de éste", dijo Leah Zallman, instructora de medicina de la Escuela de Medicina de Harvard, doctora de atención primaria de Cambridge House Alliance, el centro que realizó el estudio.

"Sabíamos que los inmigrantes tienden a utilizar menos estos servicios, aún si tienen seguro de salud, pero queríamos también ver si este grupo estaba contribuyendo en exceso al fondo".

Ponen más, sacan menos

Medicare asiste con la salud de los ciudadanos mayores de 65 años.

La doctora Zallman señaló a BBC Mundo que los estudios anteriores no habían tabulado las contribuciones de inmigrantes al sistema y todavía existía la preocupación que ellos representaban un desangre financiero para Medicare.

Por una parte, se sabe que grandes números de inmigrantes no reciben muchos servicios de Medicare, ya sea porque no son elegibles por falta de años trabajados o porque regresan a sus países de origen antes de alcanzar la edad de elegibilidad.

Los que, finalmente, sí reclaman las atenciones del sistema, consumen menos de esos dólares destinados al cuidado de salud pues, en general, son más saludables que sus contrapartes nacidas en EE.UU., aunque esa ventaja se erosiona tras varios años de vivir en el país.

Al mismo tiempo, explicó que los inmigrantes generan un gran superávit por que son primordialmente adultos de edad trabajadora que, en su mayoría, hacen parte de la fuerza laboral y esa es una combinación que genera muchas retenciones de impuestos en la fuente.

Para Leah Zallman, la estabilidad financiera de Medicare está estrechamente vinculada a la política migratoria de EE.UU.

"Cualquier política que fomente un flujo continuo de trabajadores inmigrantes jóvenes muy probablemente reforzaría las finanzas de Medicare, mientras que políticas que limiten la entrada de estos contribuirían al debilitamiento del sistema", aseguró la directora del estudio de Harvard.

"Sistema en bancarrota"

No obstante, políticos conservadores y organizaciones que se oponen a una reforma migratoria que ofrezca a los 11 millones de indocumentados una vía a la ciudadanía hacen otros cálculos.

La Fundación Heritage, un centro de análisis conservador en Washington, sacó su propio informe sobre el impacto negativo de una reforma integral que absorba todos esos inmigrantes al sistema advirtiendo que recargarían Medicare y otros programas de asistencia social con millones de millones en gastos.

Rachael Greszler, analista en temas de economía y programas de asistencia social del Heritage, indicó que el estudio de la Escuela de Medicina de Harvard se había concentrado en un período limitado sin tener en cuenta las deudas u obligaciones futuras que tendría el sistema.

"Cualquier análisis de un grupo nuevo de contribuyentes va a mostrar un impacto positivo durante un tiempo corto porque los trabajadores están pagando sus impuestos sin hacer ningún reclamo", afirmó Greszler. "Si se incluyeran los pasivos que generarían, se vería que sus contribuciones a Medicare son menores de lo que estarían recibiendo en cuidados futuros".

Para la analista, todos en EE.UU., incluyendo los nacidos en este país, están recibiendo (o recibirán) más de Medicare de lo que invirtieron y por eso consideran que el sistema está en bancarrota.

El impuesto de Medicare es 2,9% del sueldo del trabajador. Un empleado de mayor nivel salarial termina contribuyendo más y, en ese sentido, Heritage y los republicanos más conservadores abogan por dar preferencia al inmigrante más capacitado para que, con una mayor contribución, no recargue tanto el sistema.

Pero la mayor crítica al estudio de Harvard es que no tomó en cuenta a los inmigrantes indocumentados, según Rachael Greszler.

"Medicare podrá seguir solvente unos años más pero los pasivos generados por la reforma migratoria no se van a sentir sino muchas décadas después, cuando esos millones de inmigrantes indocumentados que entren al sistema empiecen a reclamar servicios", expresó a la BBC.

Indocumentados también contribuyen

La doctora Leah Zallman reconoció que en el estudio de Harvard no distingue entre inmigrantes con permiso legal o indocumentados pero resaltó que es muy probable que sus datos incluyeran muestras de los dos grupos.

Los que tienen documentos en orden contribuyen con esos impuestos a través de sus cuentas legales de seguro social. Por otra parte, los indocumentados también contribuyen frecuentemente, aunque trabajen de manera ilegal, pues presentan números de seguro social prestados o vinculados a nombres ficticios que, de todas maneras, son sujetos a retención impositiva.

Grupos defensores de los inmigrantes indocumentados alegan que estos pagan miles de millones en impuestos al sistema sin la posibilidad de reclamar los servicios precisamente por no tener papeles.

"Muchos trabajadores usan números de amistades, familiares o buscan una tarjeta 'chueca'", manifestó a la BBC Jaime Contreras, vicepresidente de una filial de trabajadores de limpieza de mayoría inmigrante.

"Nuestra gente nunca ve el dinero retenido en forma de asistencia ni beneficios. Eso le queda completamente al gobierno", aseguró.

El sindicalista aludió a otro estudio realizado en 2007 -cuando el Congreso debatía otra reforma migratoria que fracasó- que calculó que los indocumentados contribuyeron US$90.000 millones a la economía y no recibieron ni un tercio de eso.

El estudio de la Escuela de Medicina de Harvard corrobora esos resultados, sostuvo su directora Leah Zallman. "De manera consistente, los inmigrantes gastan muy pocos dólares en varias áreas de la economía de la salud. Este es realmente el primer estudio que examina tanto las contribuciones como los gastos".

"Nuestra única recomendación es que pensemos cuidadosamente sobre la presunción que los inmigrantes son un permanente lastre financiero para nuestra economía", concluyó.