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¿Necesita aún China los planes económicos a cinco años al estilo soviético?

El fin de la política de hijo único es sólo el principio del giro que se espera dé China en su política económica que, al estilo de los planes quinquenales de la antigua Unión Soviética, ¿son todavía un modelo vigente?

24horas Administrator

Lunes 2 de noviembre de 2015

Grandes transformaciones esperan a China en los próximos cinco años, después de que el gobierno anunciara significativos cambios políticos en su nuevo proyecto para el país.

El fin de la política del hijo único y una meta de crecimiento del PIB menor al 7,5% de 2014 -reconociendo así que la economía mantendrá un ritmo más lento-, son los más significativos que se conocen hasta el momento.

En las próximas semanas y meses, emergerán más detalles que expliquen cómo se llevará a cabo el plan de China y cuáles son sus objetivos. Vale la pena estar atento a los detalles.

El sistema de un plan a cinco años es una vuelta atrás al estilo soviético del pasado de la comunista China, pero sigue siendo una característica fundamental del gobierno chino.

A finales de 2015 conluye la doceava edición del plan quinquenal y los miembros del Partido Comunista están evaluando qué tal les ha ido y si los objetivos se han cumplido.

Sin embargo, a veces se dan situaciones en las que los árboles impiden ver el bosque, es decir, no es raro que los objetivos generales del plan que se arrojen por la ventana con el fin de lograr algo más ambiguo.

"Irregularidades generalizadas"

La iniciativa de viviendas asequibles de China es un buen ejemplo de este patrón.

En 2010, el objetivo de construir viviendas de protección oficial fue una iniciativa clave del plan a cinco años.

En concreto, se quería construir 36 millones de viviendas subvencionadas en ese periodo. Algo que según las estadísticas oficiales, fue un éxito.

"En realidad, hemos construido más de 36 millones de unidades subsidiadas en cinco años", explica Jiang Xuemei, investigadora de la Academia China de Ciencias Sociales.

Es más, explica que además "hubo un proceso aún mayor para renovar los barrios de chabolas. El objetivo fue renovar 4 millones, pero en realidad, renovamos 10 millones".

Pero una mirada más cercana a los resultados revela un panorama más complejo.

En 2014, el órgano auditor estatal de China descubrió "irregularidades generalizadas" en el programa de vivienda asequible. Aproximadamente US$ 1.470 millones de fondos malversados fue para pagar salarios, gastos de oficina y para "invertir en productos de gestión de la riqueza", indicó en un informe.

Algunas empresas obtuvieron ilegalmente 485 millones de yuanes (US$ 77 millones) por los subsidios para la construcción de viviendas que no cumplían los requisitos del plan, incluyendo residencias y oficinas.

La auditoría encontró además que 20.600 personas utilizaron documentos falsos para obtener viviendas de bajo costo.

"La corrupción existe en algunos lugares", señala Jiang. "El reto ahora es la gestión de los proyectos de vivienda actuales y asegurarse de que se utilicen plenamente ".

Equilibrar la economía

Los intentos de dirigir la economía en una nueva dirección formaron parte también del último plan quinquenal.

Los líderes chinos han declarado en repetidas ocasiones que quieren alejarse de una dependencia de las exportaciones de bajo costo hacia un crecimiento más sostenible que se base en el sector servicios, manufacturas de alta calidad y el consumo interno.

¿Logró el gobierno sus objetivos de reforma económica en el marco del plan de cinco años?

 

Técnicamente, sí. Muchos de los objetivos económicos del plan parece que se han cumplido.

"Hemos alcanzado un objetivo preliminar para reestructurar nuestra economía para centrarse más en la industria de servicios", explica Chi Fulin, el director del Instituto Chino de Reforma y Desarrollo, un centro de análisis político con sede en Hainan.

"La industria de servicios ahora contribuye con más del 51% de nuestro PIB, más alto de lo que esperábamos", indicó.

"En segundo lugar, hemos llegado a la meta de crecimiento económico del 7% y en tercer lugar, el consumo se convirtió en el principal motor de nuestro crecimiento, que representan el 60% del crecimiento del PIB".

Sin embargo, el consumo ha crecido en parte debido a que la demanda de las exportaciones se ha reducido por la recesión económica mundial.

"La reestructuración de nuestra economía no tenido éxito completo, la velocidad no es lo suficientemente rápida y la industria de servicios todavía juega una parte relativamente pequeña de la economía", dice Chi.

"Todavía enfrentamos dificultades. China se encuentra en una etapa de desarrollo donde casi hemos llegado al fin de la revolución industrial".

Pertinencia del sistema

¿El sistema del plan de cinco años todavía vale la pena? ¿Hay un valor en la planificación con tanto detalle, con tanta antelación?

Chi Fulin cree que la función del plan ha cambiado, dándole un nuevo propósito.

"Los planes quinquenales de China provienen de la economía planificada que teníamos hace mucho tiempo ", dice Chi. Pero ahora , explica, "nuestro plan ha cambiado de un plan estricto a un objetivo general . "

 

"Nos estamos centrando más en las predicciones y la estrategia, y quitando los aspectos de una economía planificada a la antigua. Por ejemplo, cuando nos fijamos un objetivo para la tasa de crecimiento, sólo estamos prediciendo una tasa en lugar de decidirla".

Este cambio en el pensamiento refleja una nueva generación de líderes chinos: los que reconocen que muchos aspectos del desarrollo de China están simplemente más allá de su control.

"En mi opinión, la velocidad de nuestra transformación no ha cumplido con mis expectativas", dice Chi.

"Creo que la dificultad que enfrentamos mientras reestructuramos nuestra economía es mucho más grande de lo que imaginábamos".