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"No entienden que es el Michael Jackson latino": la frustración de las admiradoras de Juan Gabriel que se quieren despedir de él en Los Ángeles

Emoción y tensión entre las admiradoras de Juan Gabriel que se concentraron a las puertas de la funeraria donde permanecen los restos del cantante mexicano en Los Ángeles, California. Exigen poder ver por última vez a su ídolo.

BBC Mundo

Martes 30 de agosto de 2016

Flanqueada por dos gasolineras en una discreta esquina de Los Ángeles, la funeraria Malinow and Silverman amaneció este lunes rodeada de focos mediáticos y decenas de personas, la mayoría mujeres encogidas por la tristeza.

La muerte este domingo del cantante mexicano Alberto Aguilera Valadez, Juan Gabriel, también conocido como el Divo de Juárez, fue inesperada y difícil de creer para sus fieles seguidoras.

Incrédulas, rodean la pequeña funeraria judía esperando ver el cuerpo del artista para así asumir que ya no lo verán más sobre un escenario.

Algunas pasaron aquí la noche.

Profunda tristeza

"Él representa los mexicanos, yo tenía una entrada para ir a verlo el 3 de diciembre y ya no se me hizo verlo", dice entre lágrimas Yolanda Rodríguez, quien cuenta que siente una ansiedad muy fuerte.

 

"Me dice mi hija 'Mamá, ¡que se murió Juan Gabriel' y yo le digo 'Ay, así mataron a Chespirito tantas veces por internet' o sea yo no lo podía creer y ahorita ya cuando dijo 'sí mamá' y empezó a salir en las noticias pues fue bien difícil", añade.

"Él es nuestra música, nuestro representante en tantos lugares del mundo… yo tengo problemas del corazón y ahorita mismo me está doliendo de la emoción".

Las mujeres que están con Yolanda intentan tranquilizarla para que no ponga más tensión sobre su corazón.

"Él es nuestra música, nuestro representante en tantos lugares del mundo… yo tengo problemas del corazón y ahorita mismo me está doliendo de la emoción".

Yolanda Rodríguez

Pero están más o menos tan desesperanzadas como ella.

Desencuentro con los agentes

"El único propósito de estar aquí es rendirle homenaje a nuestro ídolo, aquí está y nos están sacando de aquí", afirma indignada María, que vestida de negro tiene rastros de llevar un buen rato llorando.

María se refiere a la actitud de los policías que vigilan la funeraria y que les han ordenado que den unos pasos atrás para no pisar el terreno del centro mortuorio.

 

"Es un privilegio de esa funeraria tener al personaje que tienen allá dentro, es nuestro ídolo no sólo de México sino internacional", exclama María.

A su lado, Olga quiere asegurarse de que su voz también se escucha.

"Dicen que aquí no dejan que lo veamos pero si él se debía, él quería a su público y nosotros estamos aquí para verlo y no nos lo permiten, entonces a mí me duele mucho, yo creo que como yo todo México está llorando por él", lamenta.

Entre la algarabía de voces que se forma en la discusión con los agentes de policía, un hombre sale en defensa de las mujeres y recalca que ellos no entienden la importancia de Juan Gabriel, que es "como Michael Jackson para los latinos".

Alerta y rumores

Hace un calor sofocante y la policía decide cortar al tráfico la calle en la que se encuentra la funeraria.

Con cada paso que dan los agentes, las fans se sobresaltan: "¿Será que se lo van a llevar?".

Cada auto oficial que se acerca es escrutado por las mujeres que intentan identificar a algún miembro de la familia de Juan Gabriel.

 

Pasa un auto veloz y un periodista sostiene que dentro viaja el cónsul de México en Los Ángeles, Carlos García de Alba.

Esto lleva a otro grito de alarma: "¡Eso es que ya lo van a repatriar!".

Respeto a la familia

Se acerca un policía que se dirige en español a las mujeres y las intenta calmar.

Pide respeto hacia los miembros de la familia de Juan Gabriel.

Clara responde: "A los hijos de Juan Gabriel les decimos que tengan ese corazón, que ellos están sintiendo la pérdida pero también nosotros la estamos sintiendo,somos su familia y estamos con su familia también, pero que nos dejen estar aquí, que nos dejen verlo".

 

Una mujer que se identifica como la señora González hace algo de autocrítica hacia la comunidad latina y opina que debería haber más gente en este adiós a Juan Gabriel.

"Me sentí más triste al ver que no hay tanta gente. Hay muchos medios pero debemos cantarle, llorarle juntos. Es una frustración.

"Estamos en este país, estamos prestando nuestra vida aquí para subir este país y que nos traten así, no se vale, tenemos que ser fuertes y ser unidos los latinos; por eso nos patean, porque no estamos unidos", protesta.

 

Canciones y flores

Hay flores, globos y carteles en los que se pide que se le haga un homenaje al artista en Los Ángeles, para toda la gente que no podrá acompañarlo en México.

También hay música.

Alguien sube el volumen desde su auto y empiezan a sonar distintas canciones del ídolo.

"Amor eterno", "Me he quedado solo" pero sobre todo "El Noa-Noa".Esta es la canción más repetida y la que hace que aparezcan sonrisas y algo de alegría entre tanta tristeza.

La tensión se va relajando y el acto se convierte más en un tributo.

Estela estuvo en el concierto de Juan Gabriel el pasado viernes en Los Ángeles.

"Yo llegué tan contenta del concierto y le dije a mi hijo que lo iba a ver a Las Vegas como fuera", cuenta.

 

"Fue muy bonito pero estaba cansado, él nunca se sienta y el viernes se sentó. Preferiblemente se hubiera ido al doctor en lugar de ir al concierto", reflexiona.

Otras mujeres le contestan que seguramente pensó que ya mucha gente compró las entradas y no los quería dejar.

Interviene Yolanda: "Ahorita tanta gente que dejó, es peor, ¡nos dejó para siempre!, hubiera dejado a 18.000 personas pero no a todos".

Confirmación de la policía

Mientras avanzan las horas aparece el portavoz de la policía de Los Ángeles, Pedro Muñiz, quien declara:

"Les puedo confirmar que el cuerpo de Juan Gabriel está aquí".

Muñiz no aporta más información porque asegura no haber estado en contacto con la familia ni con el Consulado. Tampoco tiene detalles sobre un posible funeral para el público de Los Ángeles.

 

Pero saber que los restos de Juan Gabriel están allí hace que algunas mujeres empiezan a retirarse.

Yolanda, la mujer que padece del corazón, me dice que ella se queda.

"No tengo asuntos pendientes y tengo sillas en el auto. Quien quiera sillas que me diga y se las traigo", concluye con una sonrisa.