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Panqueque, grasiento, frazil… ¿sabes cómo distinguir los distintos tipo de hielo que existen?

Se dice que los esquimales tienen decenas de palabras para el hielo, mientras que nosotros parece que nos quedamos cortos. Pero hay varias que no usamos pues no las conocemos, así que hay que recurrir a los glaciólogos para que nos las revelen.

BBC Mundo

Lunes 8 de agosto de 2016

Cuando el antropólogo Franz Boas mencionó que los esquimales tenían muchas palabras para la nieve, desató una polémica que duró un siglo.

Tras publicar en 1911 su libro "Handbook of American Indian Languages" (Libro de las lenguas de los indígenas americanos) desató una discusión sobre si eran decenas o hasta cientos los vocablos que usaban los habitantes de ese blanco mundo para denominar lo que en muchos lenguajes se describía con unos pocos.

No obstante, la mayoría de los lingüistas consideraban que era un mito.

En 2012, sin embargo, Igor Krupnik, antropólogo del Centro de Estudios Árticos del Smithsonian en Washington D.C. (EE.UU.), que estudio diez dialectos de las lenguas inuit y yupik, concluyó que Boas tenía razón.

Tanta que en uno de esos dialectos, el inupiaq de Gales, Alaska, documentó unos 70 términos para el hielo que incluyen palabras como "utuqaq", para el hielo que dura muchos años; "siguliaksraq", para la fina capa de cristales que se forma cuando el mar se empieza a congelar, y "auniq", para el hielo que está lleno de huecos.

Así que, al parecer, aquello que Boas observó y que cautivó la imaginación de tantos, eso que algunos lingüistas aguafiestas llegaron a llamar "el gran engaño del vocabulario esquimal", resultó siendo cierto.

¿Cuántas tienes tú?

 

La mayoría de las personas, sobre todo si nacieron en países tropicales, por más sofisticados que sean, a duras penas logran recordar unos cuatro: iceberg y témpano -que son lo mismo, pero cuentan-, hielo y nieve.

Y nos valemos de los adjetivos que tenemos a la mano en caso de necesidad: nieve blanda, polvorosa, sucia...

No así los glaciólogos, que usan los términos necesarios para hacerle justicia a ese hermoso fenómeno natural.

Los necesitan para describir, entre otras cosas, su ciclo vital.

Al principio

Cuando el agua se empieza a congelar, si está calma, se forman cristales largos con formas de columna, por lo que se le llama hielo columnar.

Pero si se forma en aguas turbulentas, los cristales son pequeños, de apenas unos milímetros, que se llaman frazil.

Luego, si el mar sigue calmado, los cristales se fusionan y forman delgadas láminas de hielo, conocidas como nilas. Cuando aún son muy lisas y delgadas parecen aceite. Por ello se les denomina hielo grasiento.

 

Poco a poco, se van superponiendo hasta formar bandejones.

En mares agitados, los cristales convergen creando hielo panqueque.

 

Los panqueques crecen cuando se van agregando más cristales de hielo en sus bordes y cuando el viento y las olas arrojan agua de mar sobre su superficie y ésta se congela rápidamente.

También aumentan su tamaño al chocar entre ellos, creando crestas en la superficie y quillas por debajo.

Cuando ya creció

Hay hielo fijo o permanente, que es el que está anclado a la tierra normalmente porque es agua que se ha congelado a lo largo de la costa.

El que flota al capricho de los vientos y las corrientes es el hielo a la deriva.

 

Si es una gran masa, se le llama paquete de hielo; si hay varias de ellas juntas, se dice que hay un campo de hielo.

Terminemos cerrando su ciclo de vida.

A medida que la temperatura del agua y el aire aumenta cada verano, la nieve se derrite.

Lo que logra sobrevivir puede durar años y a menudo crece hasta tener de varios metros de grosor.

Y cuanto más antiguo sea el hielo marino, menos salado será... el tiempo alteraese hielo que los esquimales de Gales, en Alaska, llaman utuqaq.