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Pasteles con marihuana y caramelos con droga: la táctica de "enganche" que utilizan los narcos en México en las escuelas con los menores de edad

Para conseguir nuevos clientes, algunos traficantes mexicanos regalan golosinas y pasteles a los menores de edad que contienen sustancias prohibidas. El consumo de drogas entre estudiantes en el país se duplicó en los últimos años, según datos oficiales.

BBC Mundo

Viernes 19 de mayo de 2017

La alerta llegó por un mensaje en una red de Whatsapp de algunos padres de familia.

"Muestren a sus hijos estos caramelos, son drogas de diseño que regalan afuera de algunos colegios".

Y enseguida la foto de algunos dulces con forma de personajes de dibujos animados que se distribuyeron en escuelas de Zapopan, Jalisco, en el occidente de México.

El mensaje es una improvisada respuesta a la estrategia creciente de los traficantes del país para conseguir nuevos clientes: vender o regalar drogas mezcladas en golosinas, pastelillos, donas, pizzas y otros alimentos.

La práctica se conoce como "enganche" y se ha extendido por el país, le dice a BBC Mundo Alfredo Nateras, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.

"Regularmente se hace, al menos en Ciudad de México, en las escuelas que están en sitios complicados socialmente hablando, como de clase media o en precariedad".

"Eso ocurre también al interior de la República, tiene que ver con el narcomenudeo (tráfico de droga a pequeña escala) que está cerca de las escuelas, incluso en los lugares de divertimento de los chicos como las canchas deportivas", explica.

Alarma

De acuerdo con organizaciones civiles, muchas víctimas son adolescentes que estudian secundaria o bachillerato.

Pero también se han encontrado casos en alumnos de educación primaria. El problema alarma a las autoridades.

 

La más reciente Encuesta nacional de consumo de drogas en estudiantes (ENCODE) presentada en 2016, revela que se duplicó la cantidad de niños y jóvenes entre 10 y 18 años de edad que prueban una sustancia ilícita por primera vez.

La edad promedio para iniciarse en el consumo es de 12 años, según el documento. La droga más utilizada es la marihuana , aunque también se encontró aumento en el uso de cocaína.

El sondeo midió las tendencias de los últimos 23 años, lapso en el que no se hizo un estudio nacional.

En 1991 el consumo de drogas entre estudiantes del país era de 8,2% del total. Para 2014, cuando se realizó la encuesta, la cifra fue de 17,2%.

Las razones para este incremento es que hay más oferta en las calles, dice el investigador de la UAM.

Pero también por las estrategias de carteles de narcotráfico para vender sus productos.

Estrategias

Las autoridades conocen algunas formas de operación de los traficantes en pequeña escala.

En ciudades como Monterrey la policía revisa las mochilas de los estudiantes de primaria y secundaria, para evitar que lleven drogas o armas.

Y la Procuraduría (fiscalía) General de Justicia de Ciudad de México (PGJCM), mantiene operaciones permanentes en los alrededores de los colegios para capturar a los narcomenudistas.

El caso más reciente ocurrió el 27 de abril, cuando una pareja fue detenida en el momento en que vendía galletas y muffins con marihuana en el barrio Peralvillo, en el centro de la capital.

 

Un método cada vez más frecuente, reconoce Marcela García Torres Vega, fiscal para la Atención del delito de narcomenudeo en la PGJCM.

"La forma que se ha generalizado o ha tenido proliferación es acercarse (a los consumidores) a través de los alimentos", explica.

"Fabrican o confeccionan un pastelillo o cualquier otro tipo de alimento con el contenido que generalmente es marihuana. Les es más fácil disfrazarlos a través de un muffin, panqueque o cualquier otro panecillo".

Muchas veces los traficantes son jóvenes, algunos estudiantes, dice el investigador Nateras.

Eso les permite ganarse la confianza de las víctimas y en algunos casos, entrar a los colegios para vender la droga.

"Tratan de ser empáticos con las otras personas y así captar más jóvenes que generalmente son vulnerables. Son chicos solitarios o que cuando andan en grupo son los más dinámicos y activos", añade la fiscal.

"Los identifican perfectamente bien y cuando se acercan a ellos les dan una muestra gratis, como la llaman, el dulce con una dosis que generalmente es marihuana para que se inicien en el consumo".

Sólo negocios

Pero en otros casos los traficantes regalan pequeñas dosis de droga sin disfrazar.

Eso se ha detectado en algunos negocios de golosinas cerca de las escuelas, dice Nashieli Ramírez, directora de la organización civil Ririki, que atiende a niños y adolescentes.

"Es más fácil que en los puestos de dulces se los vendan o regalen de manera directa, sin el procesamiento", explica a BBC Mundo.

"No hay el engaño pero sí la venta directa de los productos. Los enganchan más abiertamente con el cigarrillo de marihuana o alguna pastilla".

 

Los casos de dulces con drogas sintéticas "son más de leyenda urbana" porque su fabricación es más elaborada, aunque sí existen, dice la activista.

"Se da en algunos casos. Lo que hemos visto en áreas urbanas es la venta de brownies o donas con marihuana y dulces con yumbina (una droga que estimula el apetito sexual)".

"También hay congeladas con piquete (paletas de hielo con alcohol). No están muy extendidas a nivel primaria sino en secundaria y nivel medio superior".

Pero el investigador Alfredo Nateras subraya que los traficantes no suelen hacer distinciones.

"Es un asunto de mercado simplemente, de estrategia para tener más usuarios".

Y parece que lo han conseguido. De acuerdo con el gubernamental Consejo Nacional Contra las Adicciones, en México más de 2,3 millones de adolescentes necesitan rehabilitación por consumo de drogas.