David Cuen BBC Mundo, @davidcuen
Abro la app de Twitch en la tableta e inmediatamente hay una gran cantidad de juegos para observar a mi disposición. Elijo Madden 15 -un juego de fútbol americano que salió este martes al mercado- porque quiero ver su nueva versión en acción.
Inmediatamente la app me muestra un chat en la parte inferior de la pantalla, mientras en la parte superior veo a "Markyshizzle", un usuario de Twitch, jugar Madden 15.
No soy sólo yo. En un momento habemos más de 1.500 usuarios viéndolo jugar. No sólo es verlo a él; es también ver el juego y compartir consejos a través del chat.
Por este servicio Amazon y Google estaban dispuestos a desembolsar cientos de millones de dólares. Al final ganó la tienda electrónica .
Por eso estoy en Twitch. Quiero entender por qué Amazon decidió pagar US$970 millones por un servicio que transmite videojuegos en tiempo real.
Paso un tiempo viendo varios juegos y entrando a varios canales: desde la expansión de Diablo 3, pasando por Minecraft y terminando en FIFA 14.
Tras pasar un buen rato en Twitch es claro que se trata de una nueva forma de entretenimiento pero también de una experiencia social.
Algunos jugadores están ahí simplemente para ver un juego antes de decidir si lo compran o no. Uno de los que observan Madden me dice que "quería ver si es diferente respecto a la versión anterior para saber si vale la pena comprarlo".
Yo también reviso otros juegos que no sabía que existían pero que, tras verlos en acción en Twitch, despiertan mi interés.
Otros están ahí para aprender nuevas habilidades y cómo explotar el juego al máximo para mejorar sus niveles. Hay canales dedicados enteramente a ello.
Otros siguen a usuarios específicos en una nueva forma de culto a la celebridad. Twitch tiene 50 millones de usuarios y algunos de sus usuarios atraen millones de seguidores. Hay jugadores que se han vuelto famosos y entretienen a sus fans con sólo mover un control.
Esta nueva forma de entretenimiento está creciendo y se está convirtiendo en una gran parte del tráfico de internet sin distinguir edades. Twitch no es sólo un sitio para adolescentes, es una plataforma para videojugadores, sin importar su edad.
Y es ahí donde Amazon entra en acción. La empresa está dando sus primeros pasos en el mundo de los juegos electrónicos e inició con Fire TV su caja para ver televisión por internet que también incluye videojuegos y su propio control.
Si Amazon quiere ganar el corazón de videojugadores y programadores, Twitch es un gran punto de partida y una inversión barata.
Para Twitch, Amazon parece una mejor apuesta que Google. Por un lado la tienda electrónica es famosa por su amplia infraestructura de servidores que alojan a una gran parte de los sitios que existen en la web y eso es perfecto para Twitch que se ha visto en problemas ante la alta demanda por el servicio.
Por otro lado era de esperarse que si se iban a Google, el servicio se convertiría en una subsidiaria de YouTube. Con Amazon la empresa será independiente, con la misma estructura ejecutiva.
Los dos se complementan por lo que la adquisición tiene sentido para ambas empresas.
Aun así habrá usuarios de Twitch que no estarán contentos con la adquisición y querrán emigrar a otros sitios, incluyendo YouTube, en donde jugadores suben sus videos, aunque no sea en tiempo real.
Otros irán a la competencia Hitbox.tv, un servicio muy similar a Twitch, que al contar con publicidad, ofrece ganancias a sus usuarios. Unos más optarán por Ustream, una plataforma que permite transmitir video desde cualquier app y no está dedicada únicamente a videojuegos.
Los que se queden esperan que al integrarse a la familia de Amazon, Twitch se vuelva más grande que nunca.
Mientras nos muestra sus impresionantes habilidades en Minecraft, un jugador en Twitch nos dice que trabaja como gerente en un Wal-Mart lo que inicia un debate sobre salarios en diferentes supermercados. El juego, y la experiencia social, apenas inician.