El presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, dijo que el rescate internacional contuvo la crisis en el sector financiero del país.
El mandatario agregó que Chipre no tiene ninguna intención de abandonar el euro y que no va a experimentar con el futuro de la isla.
Sin embargo, Anastasiades acusó a otros miembros de la eurozona, el grupo de países que usan el euro, de hacerle demandas sin precedentes a Chipre.
El país tuvo que imponer un impuesto a algunos depósitos bancarios con el fin de obtener el rescate.
Tras diez días cerrados en los que se acordaban las condiciones del rescate con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, los bancos chipriotas reabrieron el jueves, aunque los clientes tienen un acceso limitado a sus depósitos.