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¿Quién se beneficia de las medidas migratorias de Obama?

En uno de sus anuncios más esperados, el presidente de EE.UU. explicó su plan para que hasta cinco millones de indocumentados eviten ser deportados y obtengan un permiso de trabajo. Conozca los detalles.

24Horas.cl TVN

Viernes 21 de noviembre de 2014

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este jueves en la noche unas esperadas medidas ejecutivas que pretenden evitar la deportación de unos cinco millones de indocumentados.

"Hay medidas que tengo la autoridad legal para tomar como Presidente –los mismos tipos de medidas adoptadas por presidentes demócratas y republicanos antes que yo- que ayudarán a que nuestro sistema de inmigración sea más justo y más adecuado", dijo Obama en una alocución televisada en el horario de mayor audiencia.

El anuncio ocurre en momentos en que Obama busca un segundo aire político luego de unas elecciones legislativas en las que los votantes castigaron duramente a su partido Demócrata.

Y sus propios índices de popularidad han caído vertiginosamente, Y sus opositores hablan de una presidencia con pocos logros para mostrar si se compara con la enorme expectativa que generó su elección hace seis años.

Obama espera ahora que el paquete de medidas migratorias anunciadas el jueves ayude a cambiar esa percepción.

"No otorga ciudadanía"

El tema de la deportación es uno que afecta profundamente a la comunidad hispana en Estados Unidos.

Los principales beneficiarios del anuncio serán inmigrantes indocumentados que llevan más de cinco años en Estados Unidos y que tienen hijos que son ciudadanos del país o residentes legales, que demuestren que llevan en el país desde antes del primero de enero de 2010 y no tengan antecedentes criminales.

Según el proyecto, estos indocumentados evitarán la deportación por tres años y obtendrán un permiso de trabajo.

Así mismo, el presidente Obama anunció que reforzará la seguridad en la frontera sur, facilitará que ciertos trabajadores altamente calificados permanezcan en el país y ampliará su programa de 2012 conocido como DACA que posponía la deportación para jóvenes indocumentados que hubieran llegado de niños.

Según se informó, el programa DACA ahora aplicará a personas que llegaron antes de 2010. Anteriormente sólo era aplicable a personas que habían llegado antes de 2007.

El presidente también aclaró quiénes no se beneficiarán: "No será aplicable para nadie que haya entrado a este país en fecha reciente. No será aplicable para nadie que venga a Estados Unidos de manera ilegal en el futuro. No otorga ciudadanía ni el derecho de quedarse aquí de manera permanente ni ofrece los mismos beneficios que reciben los ciudadanos".

 

Con lo que más de la mitad de los once millones de indocumentados que se calcula viven en Estados Unidos no se verían beneficiados por la reforma.

Ahora toda la atención se pondrá en la respuesta del Partido Republicano, que obtuvo el control de ambas cámaras del Congreso en las recientes elecciones legislativas y ha prometido oponerse vehementemente a las medidas.

 

Impacto en la comunidad hispana

John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, prometió luchar contra Obama "con uñas y dientes".

Lejos de las dinámicas políticas entre el Congreso y la Casa Blanca, es indudable que esta acción ejecutiva tendrá un efecto concreto en las vidas de muchas familias hispanas alrededor del país.

"Esto es un paso histórico e importante en la dirección correcta", le dice a BBC Mundo Héctor Sánchez, presidente de la Agenda Legislativa Nacional Hispana, una asociación de organizaciones latinas de Estados Unidos.

"Esto significa que cuatro o cinco millones ya no van a tener que estar escondiéndose en las sombras de este país para poder tener una vida decente", agrega.

 

La comunidad latina votó ampliamente por el presidente Obama en las elecciones de 2008 y 2012, en especial por su promesa de cambiar lo que él ha descrito como el sistema migratorio "dañado" del país.

Pero muchos hispanos se han decepcionado ante la falta de acción tanto del presidente como del Congreso, así como por el alto número de deportaciones desde que Obama llegó a la Casa Blanca.

Esto ha llevado a organizaciones a calificar a Obama como "el deportador en jefe" o "el presidente de las deportaciones".

De ahí que Obama haya hecho énfasis en su discurso en el tema de las separaciones familiares.

"Incluso mientras nos centramos en la deportación de criminales, el hecho es que millones de inmigrantes -en todos los estados, de toda raza y nacionalidad- todavía vivirán aquí ilegalmente. Y seamos honestos: rastrear, detener y deportar a millones de personas no es realista. Quien sugiera lo contrario no está siendo sincero", dijo.

Las medidas anunciadas el jueves indican que las autoridades migratorias de aquí en adelante pondrán énfasis en deportar a indocumentados recién llegados, aquellos con antecedentes judiciales y los que representen amenazas a la seguridad nacional.

 

Reacción republicana

Tras el anuncio de las medidas de Obama, ahora la pregunta que muchos se hacen en Washington es cómo serán implementadas ante el fuerte rechazo republicano.

Ya antes de que Obama diera a conocer los detalles, algunos de los líderes de la oposición habían anunciado que se opondrían "con uñas y dientes" por considerar que el presidente se está extralimitando en sus poderes.

Obama hizo su anuncio en una alocución televisiva en el horario de mayor audiencia.

Los contradictores del presidente han definido sus acciones como una "amnistía ejecutiva para los inmigrantes ilegales", como lo describió el senador republicano de Texas Ted Cruz.

"La Constitución diseña un sistema de equilibrio de poderes para nuestra nación, y una amnistía ejecutiva para los inmigrantes ilegales decretada de manera unilateral por la Casa Blanca socavaría seriamente la ley", escribió Cruz en el diario especializado Politico.

Entre las opciones que contemplan los republicanos están medidas para bloquear el financiamiento de las acciones presidenciales e incluso fomentar un juicio político contra el mandatario (lo que en inglés se llama "impeachment").

También han sugerido que la decisión de Obama de evadir el Congreso afectará el trabajo entre demócratas y republicanos no sólo en temas migratorios sino también en otros proyectos que deben ser discutidos en el Capitolio.

Obama, por su parte, ha asegurado que decidió actuar porque el Congreso no lo hizo. Un proyecto de ley de reforma fue aprobado en el Senado en 2013, pero quedó estancado en la Cámara de Representantes por la influencia republicana.

"El presidente puede estar frustrado con el Congreso, pero nadie dijo que gobernar fuera fácil", comenta al respecto John Malcolm, experto en temas legales del centro de estudios conservador The Heritage Foundation.

En diálogo con BBC Mundo, Malcolm asegura que "sólo porque el Congreso no le da lo que él quiere no significa que él pueda hacerlo por cuenta propia".

Esta oposición revela que el anuncio de Obama de este jueves es apenas el primer paso para tratar de cambiar la situación de millones de indocumentados. Ya el presidente delineó sus propuestas y ahora comienza la verdadera batalla para ponerlas en práctica.

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Quién se beneficia de las medidas anunciadas

Los indocumentados que llevan más de cinco años en Estados Unidos y que tienen hijos que son ciudadanos del país o residentes legales, que demuestren que llevan en el país desde antes del primero de enero de 2010 y no tengan antecedentes criminales, podrán solicitar un permiso de trabajo. El programa DACA, que suspende las deportaciones de jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos como niños, ahora aplicará a personas que llegaron antes de 2010. Anteriormente sólo era aplicable a personas que habían llegado antes de 2007. Se facilitará que ciertos trabajadores altamente calificados permanezcan en el país

Quién no se beneficia de las medidas anunciadas

Las autoridades migratorias de aquí en adelante pondrán énfasis en deportar a indocumentados recién llegados, aquellos con antecedentes judiciales y los que representen amenazas a la seguridad nacional. Los jóvenes que llegaron indocumentados al país como menores de edad después de 2010 y las demás personas que llegaron indocumentadas antes de 2010 pero no tienen hijos con residencia legal o ciudadanía estadounidense, tampoco se verán beneficiadas por las medidas de regularización anunciadas. Se aumentan los recursos para fortalecer la seguridad fronteriza. Ahora se espera que sea más difícil cruzar la frontera como indocumentado

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