"Demostramos que hicimos las fiscalizaciones que correspondía y no pudimos hacer más porque necesitábamos un cambio legislativo que estaba en curso", indicó el destituido ministro de Educación, Harald Beyer, al analizar la aprobación de la acusación constitucional en su contra en el Senado.
La ex autoridad reiteró que lo ocurrido en la Cámara Alta representa "la peor cara de la política" reflejada en los parlamentarios que votaron el libelo "sin mayores fundamentos".
"Los argumentos que escuché ayer era hipocresía, eran esloganes, pero no evidencia real respecto que yo había cometido una falta", indicó Beyer a 24 Horas en la Mañana.
Según agregó el ex titular de Educación, durante las últimas dos jornadas de evaluación y votación en el Senado esperó que no se impusieran intereses políticos y la comentada revancha de la Concertación por lo vivido por Yasna Provoste.
"Un error no corrige otro error. Independiente del juicio respecto del caso Provoste que yo tenía en su momento, y que tengo todavía, creo que no merecía esta acusación y que éstas se tienen que evaluar en su propio mérito", dijo.
"Se me pedía que ejerciera potestades que el ministerio no tiene. Me parece que del punto de vista de una democracia que se vive en el Estado de derecho esa es una irresponsabilidad", agregó Harald Beyer.
Además indicó que no tiene ofertas de trabajo y descartó que recibiera el ofrecimiento para formar parte del comando del precandidato presidencial Andrés Allamand.
Sobre la opción de volver a trabajar con la Concertación en materia educacional, como lo hizo previamente al ser consultado por gobierno previos, señaló que luego de cumplir los cinco años de inhabilitación no habrá problemas en hacerlo.
"Confío en que Chile va a superar esta etapa y vamos a trabajar en grandes acuerdos (...) es importante volver a retomar un diálogo constructivo en educación", sostuvo.
Beyer se refirió también a la situación de la Universidad del Mar, principal causa de la acusación en su contra, y señaló que previamente había anunciado que la entrega de soluciones a los estudiantes demoraría todo el primer semestre y que sería un proceso doloroso que ahora deberá continuar su sucesor.
"Indudablemente en toda gestión hay errores, pero no justifican una acusación (...) Me voy satisfecho con lo que hice en 15 meses", añadió.