¿Puedes nombrar candidatos de tu distrito que no estén compitiendo al alero de los bloques Nueva Mayoría o Chile Vamos? ¿Y algún representante electo en el pasado que tenga esa condición?
Lo más probable es que te sea difícil, tomando en cuenta que en las elecciones de 2013 solo se eligieron 10 diputados fuera de esos dos acuerdos electorales, grupos que acapararon el 91,7% de los escaños en la Cámara Baja.
En el Senado el monopolio de los llamados "bloques históricos" es mayor: el 95% de los cupos elegidos en 2013 son de candidatos de esos grupos o que compitieron como independientes en ellos.
Es más, en las elecciones de 1989, 1993, 1997 y 2009 el 100% de los elegidos fueron de la Nueva Mayoría o de Chile Vamos; situación que ocurrió en la Cámara de Diputados solo en 1993, de acuerdo a datos del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca.
*Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca.
Sistemas electorales
El período con menor representación de la actual Nueva Mayoría en la Cámara de Diputados fue en 2009, cuando contenía el 47,5% de los 120 escaños. Dicho año fue, a su vez, el de mayor representación de políticos de la Alianza: un 48,2% en la Cámara Baja.
El momento de menor representación de la Alianza fue en 1997, en que tenía 39,6% de los escaños. El más alto de la Concertación fue en 1993, cuando tenía el 58,3% de los cupos de diputados.
"Con distintos sistemas electorales las dos coaliciones han sido claramente dominantes", comenta el director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales.
"Suele argumentarse que esto era producto del sistema electoral binominal, pero lo cierto es que la tendencia se mantiene con sistemas de mayoría relativa", indica Morales.
Para Mauricio una de las razones por las que no hay recambio en los bloques políticos es que las personas no tienen una alternativa o no ven una opción concreta ante las dos coaliciones reinantes.
El analista político de la Universidad Mayor, Germán Silva, agrega otro factor: "En general las listas y los pactos que se inscribieron -a excepción del Frente Amplio- son los mismos partidos", dice el académico, comparando la situación con las elecciones de Francia en que la Asamblea Nacional se diversificó gracias a partidos pequeños y locales.
¿Votando por los mismos?
Mucho se habla de crisis de representación, a lo que el experto Mauricio Morales aclara: para que exista una crisis de representación no solo debe haber un distanciamiento o desconfianza de los electores con sus partidos, sino que también "un resquebrajamiento del sistema de partidos tradicional junto con la emergencia de partidos nuevos con capacidad de reemplazar a esos partidos tradicionales".
El experto describe que tras el cambio en el sistema electoral ingresó un gran volumen de jóvenes a votar por primera vez, "pero al parecer lo hicieron por las mismas alternativas que los más viejos venían votando desde antes", por lo que no se produjo un cambio en la composición del Congreso.
La visión de Germán Silva es similar: "El Frente Amplio tiene muy buena evaluación, pero muy baja votación. Por lo menos en las Primarias fue así", recuerda, remarcando que no hay muchas propuestas nuevas.
"No hay mucha novedad, hay nueve pactos (...) los mismos partidos se han unido con otros", dice, exceptuando al Frente Amplio de la crítica.
Escenarios posibles para noviembre
Respecto a un cambio en la composición del Congreso que beneficie a los partidos y representantes fuera de los dos grandes bloques (la Nueva Mayoría y Chile Vamos), Silva plantea como posibilidad que los "bloques históricos" pierdan cupos.
"Hay estimaciones de que, en general, más o menos, la gente que no es de los dos grandes pactos podría obtener entre 10 a 15 cupos parlamentarios, lo que es bien importante porque significaría que no va a haber mayoría", dice Silva.
Mauricio Morales, por otro lado, cree que se mantendría la composición del Congreso de manera similar a la que tiene actualmente. "Lo esperable es que los dos grandes bloques sigan predominando sin perjuicio de que en el caso de la Nueva Mayoría se compita en dos listas", dice el analista.
Para Morales la falta de votación para los partidos que están fuera de los dos bloques es más "un indicador de desinterés" que de insatisfacción.
"Desde el punto de vista de la oferta la nueva elección se augura como más competitiva, pero no implica necesariamente el derrumbe de los partidos tradicionales y la consolidación de los partidos emergentes", pronostica.