Cuatro familias que vivieron situaciones totalmente distintas el 11 de septiembre de 1973 discutieron y contaron sus particulares experiencias, durante el seminario "A 40 años del golpe de Estado: diálogos de padres e hijos".

La actividad organizada por TVN tuvo como panelistas al secretario general de la OEA y ex ministro José Miguel Insulza (PS) con su hijo Javier; Rolf Lüders, ex ministro de Hacienda (1982-1983) con su hija Marily; la ex militante del MIR Margarita Marchi con su hija Macarena Aguiló; y el ex ministro y ex PPD Javier Etcheberry junto a su hijo adoptado Felipe Kast (Evópoli).

De ellos, por diferentes motivos, sólo estaban en Chile cuando se produjo el quiebre institucional Marchi y su hija Macarena de sólo 3 años, quien a esa edad sufrió los vejámenes de un régimen militar que recién se estaba formando: Marchi fue detenida y su hija secuestrada, volviendo tiempo más tarde a su cuidado, ya en el exilio.

Dejando atrás el viejo lema de que en la mesa "no se habla de política, religión ni fútbol", los participantes del acto revelaron que todos conversaron siempre de manera franca y abierta sobre la compleja situación política que se vivió entre 1973 y 1990, durante el régimen de Augusto Pinochet.

Asimismo, con sus marcadas diferencias ideológicas y visiones sobre lo que pasó en ese periodo, todos estuvieron de acuerdo en que hay que mirar hacia adelante y que el gran problema a mejorar es la desigualdad.

PERDÓN DE LARRAÍN

Un aspecto que no pasó desapercibido en la actividad fue el perdón que pidió el senador Hernán Larraín (UDI) "por lo que haya hecho o por omitir lo que debía hacer" durante la dictadura. 

En entrevista con 24Horas.cl, Insulza señaló que "me parece bien (...) es bueno que se pida perdón, si es además de una persona como Hernán Larraín, que como él mismo dijo no estuvo involucrado en ninguna de estas cosas, es muy valioso".

El "Panzer" indicó que todos los sectores políticos tienen que decir la verdad sobre lo que ocurrió en la época anterior y posterior al golpe, pero enfatizó que "sería bueno" que haya más gente de la UDI que se sume en las disculpas, debido a su rol como partido oficialista en la dictadura.

Kast, por su parte, expresó a 24Horas.cl que "todo sirve, todo lo que sea poder hablar con honestidad, con calma y con paz del corazón sirve. Lo que no me gustó es la reacción de la oposición, que trata de hacer uso político de esto y eso es faltarle el respeto a la historia".

Hay que tener mucha delicadeza. Me parece que hay que agradecer ese gesto, ojalá que haya muchos más gestos, pero cuidado con aquellos que les gusta manosear la historia que ha sido muy dolorosa".