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Los caminos de Golborne y Allamand

Analistas políticos aseguran que el titular del MOP debe centrarse en crear un programa, mientras que el de Defensa en mejorar sus "atributos blandos".

José Morgado

Lunes 5 de noviembre de 2012

La principal información que surgió del comité político de este lunes en La Moneda fue la confirmación, por parte de la Alianza, de que los ministros de Obras Públicas, Laurence Golborne, y de Defensa, Andrés Allamand, saldrán del Gobierno esta semana dentro del cambio de gabinete que se producirá por motivos de campañas parlamentarias.

En ese escenario, surge la incertidumbre sobre qué deben hacer los secretarios de Estado una vez que dejen la administración Piñera para –tras la derrota municipal- posicionarse como las mejores cartas para competir contra la más probable opción de la Concertación, la ex Mandataria Michelle Bachelet.

En entrevista con 24Horas.cl, los cientistas políticos de la Universidad de Chile, Robert Funk, y de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales, analizan los distintos caminos que deben recorrer Golborne y Allamand.

"Los dos caminos son radicalmente diferentes", enfatizó Morales, asegurando que ex senador RN debe centrar su trabajo en mejorar los "atributos blandos, es decir, simpatía, empatía, honestidad", además de destacar sus competencias personales, mientras que el ex gerente de Cencosud debe reforzar, "al contrario de Allamand, su plataforma político partidaria o político programática".

El especialista electoral advierte que Golborne "es un candidato muy poco denso o débil en término de propuestas, pero con mucha fuerza en términos de atributos".

Funk, por su parte, hace hincapié en lo que ambos deben hacer de inmediato al dejar La Moneda. En ese momento –señala- por ningún motivo deben comenzar un recorrido por Chile sin el apoyo definido de las colectividades políticas.

Lo que deberían hacer, probablemente, es salir, pero salir menos para hacer campaña y más para construir una base política a través de la cual pueden hacer campaña (…) Si salen a recorrer el país para sacarse fotos, como lo hizo Golborne en las municipales, yo creo que eso puede ser un poco  mal visto, incluso por sus propios colegas del gabinete”, indicó.

El especialista recuerda que "uno de los grandes problemas que tuvo Piñera fue que los partidos de su  propia coalición no se sintieron muy cómodos con él", ya que "él siempre representó un proyecto piñerista", misma situación en que –advierte- podría caer Golborne.

 FACTOR BACHELET

Ambos profesionales precisan que atacar a Bachelet no dio réditos al oficialismo, por lo que volver a esa estrategia sería un "error".

Eso sí, concuerdan también en que acelerar la contienda podría dar beneficios a la Coalición por el Cambio, porque así la actual directora de ONU Mujeres podría verse obligada a un adelantado retorno a Chile.

"Efectivamente, si vuelve la ex Presidenta a hacer campaña eso beneficia a la Alianza, porque es muy difícil criticar a alguien que no está y además ahí puede cometer errores", puntualizó Funk.

"Están en el medio. Tienen un Gobierno de baja aprobación, no pueden echar mano al Gobierno, y tampoco pueden atacar a la ex Presidenta, porque son mal vistos", expresó Morales.

¿PATO COJO?

Los cientistas políticos también analizan las implicancias que tendrá la salida de los ministros en la gobernabilidad de Piñera. En ese sentido, son lapidarios: "el síndrome de 'pato cojo' (término referido a la pérdida de influencia del Presidente debido al auge de otras figuras) se agudizará".

El ‘pato cojo’ ya existe desde el momento en que Golborne y Allamand comenzaron con esta guerra civil dentro del gabinete. El líder que debió poner fin a la guerra era el Presidente y él no fue capaz de controlar esto, a diferencia de lo que hizo (Ricardo) Lagos con las chicas ‘súperpoderosas’ que fueron (Soledad) Alvear y Bachelet”, sentenció Morales.  

Funk, en tanto, se refiere al último suceso de esta polémica, cuando –mientras el jefe de Estado estaba en Isla de Pascua analizando el tema- aparecieron declaraciones de los secretarios de Estado hablando abiertamente de sus candidaturas en medios escritos.

"Si el Presidente no supo que iban a lanzar la autoproclamación, demuestra la debilidad. Y si supo y no le importa, demuestra una falta de tino político preocupante, porque entrega la atención de la ciudadanía a los precandidatos, mientras aun tiene que gobernar", declaró.