Amenazas, provocaciones y suspenso, son palabras que reflejan la antesala de un 21 de mayo que se avecina bastante convulsivo. Los ánimos no son los mejores entre el Gobierno y la oposición, dados los últimos acontecimientos que tienen a Michelle Bachelet cuestionada por unos y defendida por otros.
La noticia de la marginación voluntaria de la cuenta pública por parte del senador DC, Eduardo Frei, trajo coletazos. Manifestación evidente del enojo por los ataques a la ex mandataria. Pero fue el mismo ex presidente que aprovecho de enviar un mensaje a sus colegas de la falange, "espero que los parlamentarios no caigan ni sean arrastrados a este clima. Sería pésimo para el país y para la democracia chilena dado el desprestigio que hay de todo el sistema político general, que continuemos con este tipo de situaciones", dijo a radio Bío Bío.
Palabras que se suman a lo expuesto por la presidenta del PPD, Carolina Tohá, que a pesar de condenar los ataques a Bachelet aseguró que su partido no boicoteará el discurso presidencial. "Hay una condena que hacer al gobierno, por la manera en que ha tratado de usar el drama del tsunami, pero esa condena se expresa en el juicio de los ciudadanos, no se expresa boicoteando una ceremonia republicana, como es el 21 de mayo", sostuvo Tohá.
Por su parte, el senador del MAS y vicepresidente del Senado, Alejandro Navarro imitó la conducta de Frei y anunció que estará junto a la gente en Talcahuano, confirmando que no asistirá a la cuenta pública.
Además se espera un acto "silencioso" por parte de parlamentarios de la Democracia Cristiana en señal de rechazo a los actos del Gobierno mientras en las afueras del Congreso ya se anuncian movilizaciones.