Click acá para ir directamente al contenido

Testigo detalla vínculo de ME-O con alto ejecutivo de brasileña OAS

El gerente general de OAS Chile, Jaume Serret, declaró como testigo el pasado 9 de noviembre ante el fiscal adjunto Claudio Rebeco, otro de los persecutores del Ministerio Público en el caso Soquimich.

Francisco Moreno / Patricio Ojeda

Jueves 22 de diciembre de 2016

En calidad de testigo declaró el pasado 9 de noviembre, el gerente general de OAS Chile Jaume Serret ante el fiscal adjunto Claudio Rebeco, otro de los persecutores del Ministerio Público en el caso Soquimich.

El ejecutivo, de origen español, fue consultado por las facturas que la empresa Conosur Research, de propiedad de Cristian Warner –brazo derecho de Marco Enríquez-Ominami- emitió a la constructora brasileña OAS, investigada por corrupción en su país. La primera factura por “asesoría comunicacional” fue emitida en enero de 2013 por $11.740.000 y la segunda al mes siguiente por $47.273.000.

En su declaración, Serret vincula al ex gerente de OAS para el Conosur Augusto Fonseca. “Yo no puede afirmarlo, pero deduzco que Augusto Fonseca, gerente regional de OAS, debe haber tenido conocimiento de ese contrata (sic), porque él era quien se reunía con el señor Warner y no había nadie más aparte de él que pudiera haberlo autorizado. Sin su “ok” no se podía haber firmado”, dijo al fiscal, de acuerdo al documento al que tuvo acceso 24 Horas.

Más adelante, Serret declara que conoció a Warner “porque me lo presentó Fonseca, un día, no recuerdo cuando, en la oficina de OAS en Los Militares con Manquehue. Ellos estaban reunidos, pero yo no me quedé a la reunión. Días después el mismo Fonseca me dijo que le había dado mi celular a Cristian Warner para que yo fuera el nexo para contactarlo con él”. Relata además que Fonseca venía a Chile en general una vez al mes y que “más o menos con la misma frecuencia Cristian Warner me llamaba para preguntarme si había venido a Chile Fonseca. Yo sé que se principalmente se reunían en el Hotel Ritz, porque ahí alojaba Fonseca y me dejaba el encargo de avisarle a Warner que lo esperaría allí, en el hotel”.

La cena con ME-O

El alto ejecutivo también detalló al fiscal la estrecha relación entre Augusto Fonseca y el líder del PRO Marco Enríquez-Ominami.

Serret cuenta que en 2013 “Marcelo Fonseca me dijo que iríamos a comer con Marco Enríquez-Ominami, ya sabía que era porque es una persona de figuración pública, pero no lo conocía personalmente”. Luego detalla que en la mesa estaban sentados Fonseca, Marco Enríquez Ominami, Serret y otras personas, aunque no recuerda que estuviera Warner. La cena se prolongó por hora y media y “se abordaron temas genéricos, de contingencia. No se habló de política ni de nada que pueda recordar especialmente”.

“Por lo que observé me pareció que Augusto Fonseca y Marco Enríquez-Ominami tenían un trato fluido y cordial. No se estaban conociendo allí. No era la primera vez que se veían. No puedo decir si eran amigos o no”, declaró Fonseca, aclarando además que “en ningún caso de trataba de una asesoría verbal. No tengo conocimiento que OAS haya contratado asesorías verbales”.

Y ante la pregunta del fiscal, Serret declara que no tuvo conocimiento ni le consta que OAS haya hecho aportes irregulares, como política de empresa a determinadas campañas políticas.

En paralelo a esta causa, la fiscal Ximena Chong investiga el uso de un jet privado durante la campaña presidencial de Marco Enríquez-Ominami en 2013. En julio, el director internacional de OAS Augusto César Ferreirae Uzeda admitió al diario La Tercera que el uso del avión fue una donación de la firma a la campaña de ME-O. “Yo no sé por qué Marco no habló con ustedes de una manera clara y transparente sobre el arreglo que tuvo con nosotros”, dijo en ese entonces el ejecutivo. “Si OAS hizo una donación para Marco Enríquez por una amistad personal, me parece un tema tan banal, tan menor, que no entiendo por qué no lo transparentó. Por qué no habló con la verdad: me prestaron un avión por dos o tres meses”.

Su declaración dejó en una compleja situación a ME-O toda vez que la ley prohíbe los aportes extranjeros a campañas políticas. Además, inicialmente el PRO declaró que el jet era parte de los servicios contratados con el publicista brasileño Duda Mendoza. Tras la declaración de Uzeda, finalmente el PRO admitió “que él (ME-O), así como la directiva del PRO, entendió erróneamente que el avión era parte de un servicio comunicacional que había sido pagado, y que ello también fue comunicado erróneamente a Marco Enríquez-Ominami”, y que se confirmó que en los gastos de campaña rendidos ante el Servel no se incluyó el uso del avión.