Japón es uno de los países que posee uno de los sistemas de alertas preventivas de sismos y tsunami más avanzados del mundo, pero no por eso, menos vulnerables.
La compleja red de alerta japonesa está compuesta por más de cinco mil instrumentos instalados bajo tierra por todo su territorio, que incluyen, micrófonos submarinos, sensores de maremotos, sismómetros de banda ancha y sismómetros de velocidad y de aceleración.
La red captura las primeras ondas del sismo y se trasmiten por banda ancha a una estación terrestre, que sólo ocho segundos después, es retransmitida por la agencia metereológica de Japón a todos los medios de comunicación y celulares, para alertar a la población.
En promedio, el aviso llega 30 segundos antes de que se produzca el sismo. Tiempo suficiente para detener el funcionamiento de un ascensor o un tren y permitir que las personas se protejan de las consecuencias del movimiento.
Posteriormente, pasados dos minutos del temblor y de aplicar, se activa la alerta de tsunami.
En Chile se pretende trabajar en un sistema de alerta temprana de esas características, pero aún no se cuentan con los recursos necesarios.
Hace dos años, poco después del terremoto y tsunami de febrero de 2010, en Chile comenzó a operar la Red Nacional de Emergencia (RNE).
El bombero y director de RNE, Pedro Berríos, nos cuenta que el sistema nació como una necesidad de los organismos de emergencia nacionales para ayudar e informar a la población en casos de emergencias.
La red de alerta la componen personal de bomberos, radio aficionados, cruz roja, defensa civil y diferentes instituciones vinculadas a los casos emergencias provincial, locales y regionales.
En este capítulo de Chile Telúrico, su director nos revela cómo funcionan, cómo se comunican y cómo se han potenciado como una importante alternativa de información temprana de emergencias a lo largo del país.