En un año las comunas de Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea y Providencia gastan en total más de 21 mil millones de pesos en seguridad ciudadana.
Los alcaldes dicen que es la única manera de mantener a raya la delincuencia en sus comunas, porque de otra forma la situación sería muy grave.
Las seguridad comunal partió tímidamente, y no con pocos reparos de parte de las policías formales, hace 20 años con carros de vigilancia, tiempo en que la polémica se instaló por el uso de baliza en los vehículos. Hoy, en tanto, esta función está extendida en un gran número de municipios.
En muchos casos se han ganado la confianza y el respeto de la comunidad y poco a poco han incorporado elementos de última generación para ejercer su labor. Usan esposas, gas pimienta, sistemas de radiocomunicación, dispositivos de geolocalización, drones y hasta cámaras de seguridad con reconocimiento facial.
Ante esto, algunos alcaldes piden ahora que se autorice el uso de armas de fuego a estos guardias. Y van más lejos aún. Plantean directamente la creación de un cuerpo policial comunal, distinto a Carabineros o la Policía de Investigaciones (PDI).
¿Está Chile preparado para eso? ¿Han dado suficientes muestras de eficiencia los distintos grupos comunales de seguridad? ¿Es el único camino?
En un año donde se volvió a instalar el tema de la percepción de seguridad en la agenda y donde las policías han bajado su nivel de confianza en las encuestas, Informe Especial investigó el funcionamiento de los guardias municipales y abordó el debate que piden algunos alcaldes.
Revisa el capítulo completo de Informe Especial: "El nuevo poder de las policías comunales".