El escritor y diplomático chileno, Roberto Ampuero, nos introduce en su literatura, la misma que se pasea constantemente por la realidad y la ficción.
El actual embajador de Chile en México, nos revela los detalles de su última novela y éxito de ventas, "El último tango de Salvador Allende".
Ampuero confiesa que para él la ficción y la realidad siempre se entrelazan, y que a veces, le resulta imposible separarlas. Bajo esa prima, escribe la única novela que se ha escrito de Allende.
Nos cuenta que:"Con las novelas se puede recuperar, por medio de la ficción, cosas que se perdieron irremediablemente para la historia. Pero, si la historia (novela) llega a sonar convincente, aunque se despegue de la realidad, parece como realidad" asegura Ampuero.
En la novela recrea el posible ambiente de las últimas horas de Allende en La Moneda, su visión frente a la muerte, a la soledad y sus sentimientos al minuto del bombardeo. Ámbitos que se perdieron en la historia, pero que la literatura puede recrear.
Nos confiesa su admiración a Salvador Allende, a quien considera un hombre muy honesto, que se entregó a una causa: Hacer de chile un país más democrático, más justo, y más igualitario". Pero que ahora que lo ve, no comprende que alguien con el 36-38 % de apoyo se haya propuesto cambiar radicalmente una sociedad. Hoy,para esos cambios se necesita una gran mayoría.
El escritor dice que Allende ejerció una influencia importantísima sobre su persona y que fueron sus discursos los que lo hicieron tomar conciencia política, abrazar una causa, hacerse parte de una lucha y que finalmente lo convirtieron en un completo allendista.
Por eso, fue que decidió escribir de él, porque le parecía importantísimo explorar a Allende, pero no desde un punto de vista histórico ni periodístico, donde para él ya se ha hecho todo, sino desde la literatura y la realidad mezclada con la ficción.
Nos dice que la idea era justamente encontrar al hombre con todas sus contradicciones, un hombre real. Ese Allende lleno de matices que sabía disfrutar de la vida, que era un socialista y un burgués, que le gustaban las mujeres. Que quiso explorar el carácter del alma humana, su carácter contradictorio, su grandeza y su pequeñez humana. El lado de luz y de sombra y que bajo ese concepto escribió la novela. Olvidándose de cualquier color político.