Cada vuelo requiere de sus propios elementos, como 20 litros de nucleante, medio kilo de yoduro de plata por cada generador y 1,5 metros cuadrados de presión por vuelo, entre otros. Un costo que bordea los 500 millones de pesos y un proceso que se realiza hace décadas en la zona tras la fuerte crisis hídrica por la que pasa la región.