Ha sido todo un desafío.
Cuatro meses de aprendizaje en una empresa que le ha abierto las puertas para
que se desempeñe como empaquetadora, una labor que asume con responsabilidad y
a la cual ha ido agregando otras funciones.
Nataly es una de las 25 jóvenes con discapacidad intelectual que
hoy asiste a los talleres de Unpade. Fue allí donde tuvo la oportunidad
de adquirir algunas habilidades, desarrollarse e incursionar en el mundo
laboral.
Los talleres incluyen áreas como manualidades, repostería,
computación, danza y actividades extraescolares, formación que se complementa
el aprendizaje en las empresas.
La intención de Unpade es potenciar este trabajo, brindando nuevas
oportunidades a los jóvenes entre los 16 y 26 años. Para ello, ya abrió su
proceso de matrículas 2014.
Además de la subvención que reciben del Ministerio de Educación,
Unpade postula a otros proyectos para sustentar sus gastos. Hoy incluso cuenta
con un bus propio para el traslado de los jóvenes desde y hacia sus hogares.
Beneficios y oportunidades que esperan seguir proyectando en el tiempo,
trabajando con cariño por quienes nacieron con capacidades diferentes.