Una a una las recolectaron desde agosto. 90 mil tapas de bebidas, un grupo de ellas ya forma parte de lo que será uno de los mosaicos de su tipo más grandes de Chile.
Precisamente fueron niños, que participan de este proyecto en el barrio Santos Mardones, los que alimentaron este muro con sus ideas. Iniciativa del programa quiero mi barrio.
La calle Paicaví con Manuel Aguilar ya no será lo mismo. En esta esquina unos 15 niños y adolescentes le dan vida a este mosaico.
Las cuatro estaciones en este mural, un trabajo de los niños que solo esperan el resultado final de esta obra que le cambiará la cara a una de las calles este sector, Santos Mardones, un lugar donde estos pequeños demuestran que quieren su barrio.