Fueron 39 casos registrados en Magallanes que el año pasado encendieron las alarmas, cifra que situó a nuestra región con la prevalencia de la hepatitis B a nivel nacional. Una enfermedad que puede llegar a ser crónica e incluso letal.
La hepatitis B, C y D se contagia a través de sangre infectada, relaciones sexuales no protegidas y de madre a hijo. Pero quienes están más expuestos son los trabajadores del área de la salud. Es primordial que estudiantes, médicos y funcionarios se capaciten en la prevención.
Sirrosis crónica y en casos más extremos puede derivar en la necesidad de un trasplante hígado. Patologías se pueden evitar eficazmente con la aplicación de la vacuna. Niños mayores de 5 años, funcionarios del área de la salud y también trabajadoras sexuales son el público objetivo.
En lo que va de este año se han registrado 7 casos, un descenso sustancial a la misma fecha del año pasado. Cifra que capacitaciones como ésta y campañas de inmunización buscan reducir.