Lo rodean los colores del equipo que 23 años atrás levantó la Copa Libertadores de América. Mauricio Ampuero, con sus 44 años, se sigue emocionando igual que de niño con el equipo albo.
Los mismos que el 5 de junio de 1991, le entregaban la alegría más grande de su historia a la hinchada alba, esta vez llegaban hasta la población 18 de septiembre para entregarle una de las mayores felicidades a este hincha magallánico.
Una historia que se gestó no sólo gracias al entusiasmo de Mauricio. La enfermera que visita hace años a este hincha, conoció de la pasión de su paciente y movió montañas para que cuatro de los emblemas de Colo Colo 91 lleguen hasta su casa.
Mauricio, nunca ha podido visitar un estadio, sin embargo las voluntades una vez más se unieron para llenar su cara de alegría. Una de esas que sólo los hinchas conocen, de tener al lado, a aquel que con un gol, ha convertido un simple instante en un momento épico.