Zigzagueando y con mucha dificultad Miguel logra cruzar la calle Elvira Rubín Villa. Está completamente inundada. No permite el paso de los vecinos y con las últimas lluvias quedó en estas condiciones. Pero el problema no es solo en la calle. También en los patios de los vecinos.
En las próximas dos semanas se licitará un diseño. Con eso se obtendrá un estudio de perfectibilidad. Por ahora se barajan otras soluciones. Eso por ahora. Los vecinos de barranco amarillo se tendrán que armar de paciencia. La solución definitiva en el mejor de los escenarios llegaría recién en unos 18 meses.