No había moradores. Sí muchos vecinos preocupados.
Pasadas las 21.30 horas se dio la alerta.
Esta casa de la Villa Split en Punta Arenas, comenzaba a ser envuelta por las llamas.
Cuatro compañías de bomberos y más de 50 voluntarios trabajaron arduamente para evitar la pérdida total del inmueble, pero había un factor que les jugaba en contra.
Y ese era el gran temor de los vecinos. Las fuertes ráfagas de viento amenazaban constantemente con la propagación del fuego.
Cerca de las 10 de la noche llegaron los dueños de casa.
El impacto para ellos no fue menor, pese a que cuentan con seguros.
Aunque la pérdida no fue total, los daños se avalúan en un 90%.
Un siniestro que deberá investigarse, considerando que a la hora que se inició el fuego, no había nadie en la casa.