Fue azotada por el terremoto del 27 de febrero del 2010, y devastada en su totalidad. Posteriormente, sería el albergue de comerciantes y dirigentes que perdieron sus locales y sedes. La plaza de armas de Talcahuano se convirtió en un ícono post terremoto, y tras 11 meses de espera, la comunidad ve por fin la restauración completa de su espacio público.
Autoridades locales y vecinos se dieron cita en el lugar para celebrar esta reapertura. Entre ellos, ex comerciantes que habrían albergado sus negocios en el espacio público luego de la pérdida de ellos, ocasionada por el terremoto.
Una inversión cercana a los 700 millones de pesos permitió la pavimentación de aproximadamente 5 mil m2, más áreas verdes, fuente de agua, un rejuvenecido odeón, baños públicos, y mobiliario urbano.