En los últimos seis días los incendios forestales no han dado tregua a la Región del Biobío. Tanto así, que desde el miércoles en la noche, las cuatro provincias están en alerta roja. La situación más compleja se mantiene en la localidad de San José de Colico, un siniestro que afecta a las comunas de Curanilahue y Arauco. Este viernes se sumó un helicóptero de Aysén para continuar con el combate. Ya van más de mil 200 hectáreas afectadas y sus peores consecuencias se palparon la tarde el jueves cuando se presentaron cortes de energía, de agua y de la Ruta 160.
En total la Región mantiene 14 focos activos, en ellos trabajan 462 brigadistas de Conaf, 198 del Ejército, 5 helicópteros y 3 aviones, 800 bomberos, además de todo el contingente de las forestales.
Los incendios ya han destruido seis viviendas y casi 4 mil hectáreas en menos de una semana, más que todo lo afectado en la temporada. Los esfuerzos para combatir los focos no se detienen.
