Justina Sanzana (83) está a punto de ser lanzada de la casa que en 2002 compró al empresario Reinaldo Riquelme, debido a una deuda laboral que él tenía con sus trabajadores (entre ellos la hija del hombre), los que pidieron el embargo y remate de sus bienes a través de la justicia.
La anciana no hizo la inscripción de la escritura de compra-venta en el Conservador de Bienes Raíces, así que el juzgado civil de Chillán remató la casa, y ahora está en los trámites finales de desalojo. Justina había tramitado la regularización de su propiedad a través de bienes nacionales, y en noviembre de 2012 recibió de manos del mismo ministro Rodrigo Pérez Mackenna los papeles de su casa, los que al final fueron desconocidos por la justicia.
La no tramitación completa de una compraventa o un cambio de propietario, por sesión o muerte del anterior titular, es una de las principales razones de las irregularidades en la tenencia de los inmuebles.