Desde el año escolar del 2010 que los alumnos del Liceo Almirante Pedro Espina debieron trasladarse a otro lugar para continuar con las clases, debido a que la catástrofe del 27F dejó inhabitable parte del establecimiento.
Dos años y medio después de esa inolvidable madrugada el Gobierno dio el vamos a la reconstrucción. Se invertirán $2.089 millones en reparaciones que se traducen en 7500 metros cuadrados de infraestructura.
Las obras tienen un plazo de 18 meses de ejecución y el compromiso de la autoridad es que en marzo del 2014 los alumnos de este emblemático colegio puedan volver al que siempre ha sido su lugar.