Una modificación del Ministerio de Agricultura al reglamento de la ley de pesca incluyó entre las especies de animales dañinos los perros salvajes o bravíos, permitiendo su caza libre, bajo los términos de la cacería deportiva que contempla la misma ley. Eso implica que pueden ser cazados con escopeta, siempre que estén en jauría, a más de 400 metros de cualquier poblado o casa aislada.
La medida fue rechazada por grupos animalistas que consideran insconstitucional el reglamento, y esperan discutirlo en los tribunales.