Dos ancianos, uno de Coquimbo y otro de La Serena, compartieron la misma suerte: fueron abandonados por sus familias. Sólo reciben ayuda de sus vecinos, mientras se encuentran en condiciones deplorables.
Dos ancianos, uno de Coquimbo y otro de La Serena, compartieron la misma suerte: fueron abandonados por sus familias. Sólo reciben ayuda de sus vecinos, mientras se encuentran en condiciones deplorables.