La idea es hacer una sesión de fotos mientras se va manchando, mojando y rompiendo incluso en algunos casos el vestido de novia que ya no se volverá a utilizar jamás.
Es una moda que comenzó en EEUU en 2001
La idea es hacer una sesión de fotos mientras se va manchando, mojando y rompiendo incluso en algunos casos el vestido de novia que ya no se volverá a utilizar jamás.