A pesar de las advertencias de algunos sostenedores de cerrar sus establecimientos por la reforma educacional, este año 133 recintos particulares subvencionados abrieron sus puertas al alumnado. En Rancagua, el Colegio Ayelén, es uno de ellos y se embarca como un nuevo proyecto educativo que se adapta a los tres puntos que exige la ley de inclusión: no selecciona, pertenece a una fundación e imparte gratuidad de enseñanza.