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Cómo evitar que las rosas se marchiten después de San Valentín

Existen varios tips que podrían hacer durar tus flores un poco más. Aquí te explicamos cuáles efectivamente funcionan.

By Steph Yin New York Times News Service

© Agencia UNO

Jueves 15 de febrero de 2018

Si recibiste un ramo de flores de una persona especial por el Día de San Valentín (por el Día de las Madres o por cualquier otra ocasión), puede que busques la forma de hacer perdurar ese detalle tanto tiempo como sea posible.

Así como hay múltiples curas para la resaca, existen muchas teorías sobre el mejor método para que las flores se mantengan frescas. Yo quería descubrir si alguno de los métodos era más efectivo. Así que pregunté a expertos en las flores y conduje mi propio experimento casero (no muy científico).

Para empezar, compré nueve tallos de crisantemos en una tienda de abarrotes y puse cada tallo en una botella de vidrio limpia con alrededor de trescientos mililitros de agua tibia y una de las siguientes condiciones frecuentemente recomendadas:

• Solo agua

• Agua y colocar las flores en el refrigerador cada noche

• Un cuarto de taza del refresco Sprite y agua

• Una cucharada de vinagre, una cucharada de azúcar y agua

• Un octavo de cucharadita de vodka, una cucharadita de azúcar y agua

• Una aspirina pulverizada y agua

• Una moneda de 5 centavos de dólar, una cucharadita de azúcar y agua

• Dos gotas de blanqueador, una cucharadita de azúcar y agua

• Medio paquete de comida para flores y agua

Hay algo de ciencia detrás de estos métodos. Pero ten cuidado antes de probar alguno. Ese pequeño paquete de comida para plantas que vino con las flores podría ser la opción más segura. Probablemente contiene la mezcla adecuada de agentes antibacteriales, una fuente de azúcar para nutrirlas y una sustancia para acidificar y con ello extender la vida de tu arreglo.

 

“El problema con los remedios caseros es que es difícil obtener las proporciones idóneas: si pones demasiada lejía, podrías matar a las flores”, dijo Mary Hockenberry Meyer, profesora de horticultura en la Universidad de Minnesota.

Pero si las flores no incluían uno de esos paquetes —o si estás cultivando flores en tu jardín— hay algunas cosas que debes saber.

Regresemos al principio, al momento en que recibiste un ramo con flores todavía frescas. Antes de que siquiera pongas las flores en agua, hay algunas cosas que debes hacer.

Si estás usando un jarrón viejo, lávalo a profundidad porque “los remanentes de tu anterior ramo de flores tienen muchas bacterias”, dijo Chris Wien, un profesor emérito de Horticultura en la Universidad Cornell. Esas bacterias bloquean el flujo del agua hacia dentro de los tallos, lo que causa que tus flores se marchiten con mayor rapidez.

De inmediato, recorta entre uno y tres centímetros del tallo en forma diagonal con unas tijeras o un cuchillo. Asegúrate de recortarlas “en una tina o bajo el chorro del agua, para evitar que burbujas de aire entren a los tallos y bloqueen el flujo de agua”, dijo Amy Jo Detweiler, una profesora asociada de Horticultura en la Universidad Estatal de Oregon. Retira cualquier hoja o pequeña flor que caiga al agua, porque esas causarán acumulamiento de bacterias.

Idealmente, primero deberías colocar tus flores en agua a 43 grados Celsius (y los aditivos que elijas) y después mantener el jarrón en un lugar fresco durante al menos dos horas. Este proceso, llamado “endurecimiento” o “acondicionamiento”, ayuda porque las moléculas de agua tibia se mueven por los tallos más rápido, mientras que un ambiente fresco minimiza la pérdida de agua a través de los pétalos y las hojas.

Aunque por intuición podrías querer colocar las flores cerca de una ventana, la luz solar directa puede estresar a las flores cortadas más que ayudarlas —recuerda, tus botones ya no hacen la fotosíntesis, así que no necesitan al sol para producir comida—. La luz normal en interiores funciona bien.

Cambia el agua por lo menos una vez a la semana, recorta los tallos y agrega más conservadores o comida cada vez.

En total conservé mis flores durante diez días. Cada día las cambiaba de lugar de manera aleatoria para asegurarme de que la ubicación no contribuyera a los resultados. En el quinto día cambié por completo el agua y los tratamientos de cada jarrón.

¿Cómo les fue a los tratamientos? En teoría, el refresco, el vinagre y la aspirina debieron acidificar el agua para que sea más similar a la savia dentro de las células vegetales, lo que ayuda a las flores a consumir el fluido con mayor facilidad. Se piensa que el vodka inhibe la producción de etileno, una hormona gaseosa que causa que las flores y las frutas maduren. El cobre (la moneda), el blanqueador (cloro) y el vinagre son antibacteriales. La refrigeración debería lentificar la pérdida de agua y la descomposición de los tejidos.

Por mucho, los tratamientos con peor desempeño fueron la aspirina y el vinagre con azúcar añadida. Las flores en la solución con aspirina comenzaron a marchitarse a los cuatro días, mientras que las flores con vinagre y azúcar comenzaron a marchitarse el día seis.

El tratamiento con la aspirina probablemente falló porque le faltaba azúcar y el tratamiento con vinagre puede haber contenido mucho ácido, dijo Neil Anderson, un profesor de Horticultura en la Universidad de Minnesota. “Para el volumen de agua que usaste, tal vez deberías haber agregado máximo una cucharadita de vinagre”.

Aunque las flores en el tratamiento con refresco se mantuvieron saludables, la solución tenía algunas partes con hongos en su superficie, lo que no era sorprendente porque contenía mucha azúcar, pero ningún ingrediente antibacterial.

Las flores en la solución con la moneda de cobre también se veían bien, aunque el agua se veía un poco turbia, probablemente porque el cobre no se disolvió lo suficiente para brindar algún efecto antimicrobiano. “Es un gran remedio psicológico, tal vez”, dijo Wien.

Mientras los ramos que estaban en aspirina y vinagre se marchitaron, todas las demás flores lucían bien, incluso solo en agua. Eso podría mostrar la mejor manera de que tus arreglos duren más: compra una flor resistente. Sin pensarlo, escogí una de las flores más duraderas para mi experimento.

Este tipo de crisantemo probablemente vivirá por lo menos dos semanas en el jarrón y, según predijo Meyer cuando hablé con ella en el día cinco de mi experimento: “No notarás una diferencia con cualquier tratamiento”.

Debido a las diferencias genéticas, ciertas flores —como los crisantemos y los claveles— simplemente duran más que las otras, dijo Anderson. Aunque las rosas son las favoritas para el Día de San Valentín, no duran más de una semana, agregó, un poco menos que muchas otras flores. “Sus pétalos no son tan duros y encerados, así que pierden mucha agua y se marchitan rápidamente”.

Por supuesto, incluso si haces todo para frenar su descomposición, no podrías defenderlas de lo inevitable. Así que disfruta de tus rosas mientras duran.