Luego de concretar la compra de Waze por un total de 1.300 millones de dólares, Google está en la mira de las autoridades antimonopolio y los usuarios de la aplicación de navegación satelital.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) está investigando la transacción tras una serie de demandas de grupos de consumidores preocupados por que la adquisición pueda acaparar el mercado.
Una de las razones por la que Google decidió adquirir Waze tiene que ver con la protección de su liderazgo en uno de los activos más cruciales en el uso de dispositivos avanzados: la navegación móvil.
Pero dos semanas después de la adquisición, la FTC quiere investigar el motivo de esta compra y confirmar que no se trata de una táctica monopolística por parte de Google.
Ahora el organismo debe determinar si el gigante de las búsquedas actuaría en contra de los intereses de los consumidores mediante la reducción de oferta de mercado.
Esta investigación es la última de una serie realizada por los reguladores antimonopolio que se aplican a Google en Estados Unidos y Europa.