Hay pocas cosas que disfrutamos más que un buen plato de comida, y es que la buena mesa es un placer a veces hasta culpable. Una neurocientífica que ha pasado su vida estudiando el cerebro afirma que la cocina desarrolló el cerebro del ser humano.
Suzana Herculano-Houzel, de la Universidad de Vanderbilt, comenzó derribando algunos mitos. "¿Usamos sólo el 10% de nuestro? No, lo usamos todo, todo el tiempo, sólo que de diferentes formas".
"¿Tenemos 10 billones de neuronas en el cerebro? No, tenemos 86 billones. Es importante porque es justo lo que esperarías de un primate de nuestro tamaño", agregó.
"¿Es el cerebro humano especial? No, es sólo un cerebro muy grande y con muchas neuronas", destacó.
Suzana fue la primera persona que logró descifrar cuántas neuronas tiene el cerebro humano. ¿Cómo lo hizo? "Sólo hay que disolver el cerebro, resolver el tejido, recolectar y contar los núcleos, porque cada célula tiene sólo un núcleo. O sea, si los cuentas sabes cuántas células hay, así que todo lo que tuvimos que hacer es transformar el cerebro en sopa", explicó.
Fabio Motta/Estadão
La profesional se dio cuenta de que nuestro cerebro no es el más grande ni tampoco el que tiene más neuronas, Entonces, ¿por qué somos la especie con mayor capacidad cognitiva? "Cuando miras la corteza cerebral y sólo eso, esa parte del cerebro que recibe una copia de todo lo demás que pasa, que reúne la información, encuentra patrones, registra las memorias, planifica el futuro... si miras sólo esa parte del cerebro, nuestra corteza es la que tiene por lejos más neuronas que cualquier otra", señaló.
La corteza de nuestro cerebro es más amplia y concentra más neuronas que la de cualquier otro primate. Pero, ¿por qué sólo la especie humana desarrolló esta ventaja comparativa? "Somos la única especie que ha modificado profundamente lo que come antes de que llegue a nuestra boca. Hablo de cocinar y no sólo con fuego, sino que cualquier modificación que le haces a tu comida. Todo eso son maneras de predigerir la comida que comes antes de que entre a tu cuerpo. Lo que todo esto hace es que aumenta mucho la cantidad de calorías que tu cuerpo recibe de la comida", explicó.
Si nuestros ancestros no hubiesen desarrollado la cocina, necesitaríamos comer nueve horas y media al día para mantener nuestro cerebro funcionando. Es decir, la comida, la cocción, incluso el tenedor y el cuchillo, hicieron posible que consumiéramos la energía necesaria para dedicar nuestro tiempo a pensar, crear y desarrollarnos.
Es una mirada nueva que le ha valido el reconocimiento mundial a esta neurocientífica brasileña que terminó realizando una importante recomendación. "Lo que realmente necesitamos comer son proteínas y grasas. Eso es lo que el cuerpo no sabe cómo generar por sí mismo. Carbohidratos, lo que consumes a través de las frutas, verduras y carne es suficiente. No necesitas más carbohidratos que eso", expresó.
Ella fue una de las principales oradoras del Festival Puerto Ideas de Antofagasta.