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Ocho formas que muestran que estás utilizando mal Gmail

Muchas de las acciones que realizas a diario en este servicio bien pueden ser corregidos y así ahorrar desde tiempo hasta capacidad de almacenamiento. ¿Cuál es tu defecto?

Fernando Jimenez

Martes 1 de abril de 2014

Este 1 de abril el servicio de correo electrónico de Google, Gmail, cumple 10 años. Nació en 2004 como una herramienta a disposición de un selecto grupo de 1.000 personas. Era el resultado de cinco años de desarrollo a cargo de Paul Buchheit, un programador que había investigado desde los años noventa sobre el funcionamiento del correo.

Hasta la fecha un sinnúmero de avances, desarrollos e innovaciones han estado de la mano del servicio de mensajería del gigante Google. Pero claro, los usuarios no avanzan como las máquinas y por supuesto presentan cierto “vicios” o fallas a la hora de usarlo.

1) Mantener cientos o miles de borradores: A la hora de utilizar la opción "Redactar" sin darte cuenta estarás activando un sinfín de borradores que, quizás, nunca recordarás. La creación de recordatorios para nosotros mismos, hacer listas de tareas o la redacción de un correo electrónico que en realidad nunca enviamos, son las formas que más se repiten a la hora de crear esta desagradable condición.

 2) Borrar mensajes hasta dejar la bandeja “en cero”: Esto es un problema real. Los usuarios están tan obsesionados con llegar a “cero” en cuantos a los correos no leídos que la eliminación de mensajes bien puede hacerte caer en conductas imprudentes.  ¿Estás seguro que nunca has borrado información importante? ¿Dónde está ese ‘famoso’ correa que ahora serviría?

3) Abusar y mandar todo como “leer”: Este “pecado” casi siempre está  de la mano con el intento de llegar a bandeja de entrada “cero”. Si marcas un mensaje como leído, disminuye el número del buzón de entrada. Pero el verdadero problema surge cuando marca los leen cosas que no has hecho leer, pensando para sí: "Voy a recordar, para comprobar esto después”. Y eso nunca pasa.

4) Tener muchos mensajes de correar “no leídos”: Es la otra cara de la moneda. Es la auténtica herramienta de ignorar la eterna cantidad de mensajes que nos llegan. Dejar que los correos se acumulan es un desastre digital, pero a veces es simplemente mucho más fácil que hacer frente a esos mensajes que ahogan en cada revisión de mail. ¿El problema? La inevitable pérdida de control de lo que va llegando.

5) El “automail”:  En estos tiempos ya parece una práctica antiquísima enviarse un mail para simplemente verlo en la cabecera durante el otro día. ¿Qué herramientas nuevas hay? Existe Dropbox, Mega, WeTransfer, y otros servicios de “clouding”. La recomendación es almacenar todo en un mismo lugar.

6) Sobrecargar de etiquetas, subetiquetas y carpetas: Siempre nos hacemos creer que todo está bajo control simplemente con dar un nombre a la organización. Si creamos etiquetas, subetiquetas y carpetas, nuestra bandeja de entrada se verá brillante y luminosa, y siempre sabrá dónde está todo. Pero luego nos olvidamos de eso que hemos creado todas las carpetas o sólo los usamos de forma intermitente, y que hace que todo sea más confuso que cuando empezó.

7) ¿”Responder” o “Responder a todos”?: Recurrentemente se aplica la opción "Responder" en un mensaje de grupo sin darte cuenta de que la opción a presionar era "Responder Todo".  O bien, a veces existe la presión de "Responder a todos". ¿Alguna mala experiencia que contar?

8) Abusar de las conversaciones de GTalk:  Esta puede ser una herramienta impresionante para conversaciones rápidas que no requieren de correo electrónico. Pero también se puede ir de las manos y de repente, casi sin notarlo, estar con múltiples chats a la vez. ¿Y si te sorprenden en el trabajo?

FUENTE: mashable.com