Riona Kelly sufrió una parálisis de la cintura hacia abajo por un raro tipo de accidente cerebrovascular. Mientras se recuperaba en el hospital, su marido y padre de sus cuatro hijos, le pidió el divorcio.
"Después de que lo pidiera me sentí completamente sola. Era el momento en el que más necesité a mi marido", asegura la madre de 37 años a Daily Mail.
Con el acompañamiento de los doctores, otros paciente y amigos, Riona continuó su rehabilitación hasta que finalmente pudo volver a caminar. "Me tomaba 25 minutos levantarme y dar 16 pasos, y me tomaba el mismo tiempo sentarme nuevamente, pero estaba determinada a hacerlo por mis hijos", señala Kelly.
Para continuar con sus avances Kelly buscó en Facebook un entrenador personal que la ayudara a fortalecer sus extremidades. De esa manera conoció a Keith Mason.
Kelly cuenta que después de terminar las sesiones mantuvieron el contacto y un día la invitó a salir. "Ahora llevamos juntos 11 meses, a los niños les gusta y siento que finalmente estoy viviendo la vida que merezco".