Una respuesta exagerada ante estímulos pequeños: sonidos de comida, golpeteos, tipeo o el movimiento constante de los pies de otra persona pueden provocar en algunas personas sentimientos de rabia, estrés o hasta violencia.
El 2013 un equipo de psiquiatras daneses describió estos síntomas como parte de la condición psicológica "misophonia", que se caracteriza como una enorme molestia ante ruidos.
Si bien la misophonia todavía no es aceptada como un término médico, algunos especialistas -como la doctora Miren Edelsteind, de la Universidad de California, investigan sobre sus características.
"No he comido con mis padres, al menos no sin tapones para los oídos, en más de una década", cuenta al Independent Meredith Rosol, de 25 años, una joven que se siente identificada con el problema.
No se sabe qué causa la condición, pero los expertos coinciden en que depende del contexto en que se escuchan los sonidos: el tipeo de una persona puede molestar, y el de otra no.
La doctora Edelstein dirigió un estudio que buscaba evidencia más concreta de la enfermedad: entrevistó a personas que se decían "misophonicas" y luego los sometió a un experimento:
Se les expuso a distintos sonidos para que los calificaran en intensidad y se midió el sudor en sus manos para ver si estaban siendo afectados por el estímulo. El estudio concluyó que la calificación de los pacientes concordó con el estrés que se mostraba en sus manos.
Al no tener una razón clara para la enfermedad, no hay un tratamiento estándar para el padecimiento, aunque oír ruido blanco para ahogar los sonidos externos funcionaría para suavizar un poco los síntomas.
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