Click acá para ir directamente al contenido

¿Qué pasaría si se invierten los polos de la Tierra?

Muchos científicos han advertido que la inversión de los polos de nuestro planeta es una realidad factible, aunque sin amenazas reales para la vida en la Tierra... por ahora.

Alejandro González

Sábado 24 de enero de 2015

El campo magnético de la Tierra es prácticamente un escudo. Uno que nos protege de la radiación solar y también, ayuda a moderar el clima. ¿Qué pasaría entonces si los polos de nuestro planeta se invierten?

Primero, algo de geología básica:

En el centro de la Tierra, hay un núcleo de hierro, el cual tiene un tamaño parecido al de la Luna. Es tan caliente (oscila entre los 5.000 y los 7.200°C) que su superficie puede incluso igualar a la del Sol. Sin embargo, este núcleo permanece sólido debido a la presión combinada de todo lo que lo rodea. Efecto provocado por la gravedad.

Alrededor de este núcleo sólido, hay una segunda capa compuesta principalmente por una aleación de hierro y niquel. Su temperatura puede alcanzar hasta los 5.000°C, pero está bajo menos presión. Este "núcleo exterior" es líquido.

Rodeando este núcleo líquido hay otra capa caliente de roca densa, a la que llamamos manto, la que tiene una densidad parecida al asfalto. Con temperaturas que alcanzan los 871°C, donde se transforma a la corteza terrestre, hasta los 2.204°C, donde topa con el "núcleo exterior", es relativamente más "frío", comparado con el núcleo de hierro sólido.

 

La disparidad entre las temperaturas del núcleo interior con el manto de la Tierra, hace que nuestro planeta sea en realidad un imán gigante.

Se necesita al menos una diferencia de 1.500°C entre el núcleo interior y el manto para generar "movimientos térmicos", y con ayuda de la rotación de la Tierra, nace un campo magnético y con ello, corrientes eléctricas que dan lugar a la conocida "magnetósfera".

Dada la fluidez y versatilidad de este sistema, se entiende que el campo magnético no es constante, sino que cambia en fuerza, orientación y polaridad.

LOS FLUJOS DEL CAMPO MAGNÉTICO

En 1831, James Ross, explorador y oficial de la Marina británica, señaló que el polo norte de la Tierra se ha movido más de 965 kilómetros. En años recientes, este cambio se ha acelerado desde una velocidad promedio de 10 kilómetros por año a 40 kilómetros dentro del mismo periodo.

Es así como se espera que la polaridad norte de la Tierra se mueva desde Norteamérica hacia el continente asiático en un par de décadas.

¿REVERSIÓN DE POLOS?

Según el orden natural, en los últimos 20 millones de años, los polos se han revertido en promedio cada 200 mil a 300 mil años. Sin embargo, en la actualidad, estamos bastante "atrasados", dado que el último evento de este tipo se produjo hace unos 780 mil años.

 

Pero también se sabe que la reversión de los polos es una realidad que suceder de manera "lenta". Es decir, hoy se sabe que los polos del campo magnético cambian de lugar rutinariamente, pero en un largo proceso que toma entre 1.000 y 10.000 años.

Dado su debilitamiento durante los últimos dos siglos, algunos científicos creen que nos estamos acercando a un nuevo periodo de reversión a largo plazo. No habría riesgo para la vida en la Tierra, y señalan también que la magnetósfera es muy difícil que se desaparezca, por lo que estaríamos virtualmente protegidos durante este periodo de reversión.

Pero un campo magnético demasiado débil, de todos modos, nos traería problemas. De hecho, algunos investigadores, entre ellos Jean Pierre Valet, aseguran que habría una relación directa entre la extinción de los Neandertales y un significativo debilitamiento de la intensidad del campo magnético de la Tierra ocurrido durante el mismo periodo.

FUENTE: 24horas.cl con información de todayifoundout.com