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¿Se puede tener sexo en el espacio?

Se ha estudiado la salud de los astronautas en órbita durante más de cincuenta años, pero poco se sabe del comportamiento del sistema reproductivo humano en el espacio.

Erwin Acevedo

Domingo 21 de abril de 2013

En las últimas semanas hemos recibido una serie de videos desde la Estación Espacial Internacional (EEI) revelándonos cómo es la vida a miles de kilómetros de la Tierra, incluidas las tareas más habituales, como ir al baño, llorar o lo que pasa cuando se exprime un paño en el espacio.

Pero hay algo que definitivamente no nos mostrarán por razones obvias: La vida sexual de los tripulantes de la EEI.

El comportamiento sexual del ser humano es una interrogante que ha rondado en la mente de los investigadores desde el momento mismo en que se inicia la carrera espacial, en plena Guerra Fría (o incluso antes), al punto de que hace unos años una escritora, Laura Woodmansee, publicó un libro que exploraba esta temática: “Sexo en el Espacio”.

“Si vamos a salir al espacio, y realmente vivir allí, entonces la gente va a hacer todo lo que hacen en la tierra - incluyendo el tener sexo y hacer bebés”, dice la autora en una carta que reproduce el sitio space.com.

Woodmansee se interesó en el tema y realizó varias publicaciones después de hablar con Sally Ride y Shannon Lucid,  dos mujeres astronautas que permanecieron mucho tiempo en el espacio, en misiones del transbordador de la Nasa y en la Estación Espacial Internacional.

“En pocas palabras, tenemos que saber exactamente en lo que nos estamos metiendo, porque las consecuencias afectan no sólo a nosotros, sino a la próxima generación de los seres humanos”, reflexiona.

“A pesar de que hemos estado estudiando la salud de los astronautas en órbita durante más de cincuenta años, nunca hemos realmente visto cómo el sistema reproductivo humano responde a la microgravedad de la órbita de la Tierra, la baja gravedad de la Luna o Marte, o la hipergravedad de un planeta gigante. Es un tema comprensiblemente sensible, especialmente para un organismo público, como la NASA o la ESA”, dice Woodmansee.

La preocupación de la escritora está vinculada con el proyecto de enviar a un matrimonio a Marte en 2018 en un viaje de ida y vuelta de 502 días. La idea fue anunciada a comienzos de este año por Dennis Tito, el millonario estadounidense que se convirtió en el primer turista espacial en 2001.

"Bueno, estoy seguro de que la pareja elegida para el plan de Inspiration Mars tendrá relaciones sexuales en el espacio", afirma Woodmansee. "No hay duda! Creo que es una especie de requisito no escrito. Por eso, supongo, la fundación tiene previsto enviar una pareja casada."

LA DIFICULTAD Y EL RIESGO

Mantener una vida sexual activa en el espacio puede ser una tarea muy difícil y procrear un ser humano fuera de la órbita terrestre incluso un riesgo.

Practicar sexo en gravedad cero es muy difícil porque no tienes tracción y no dejas de golpearte contra las paredes”, explica Athena Andreadis, bióloga de la Universidad Médica de Massachusetts, en la misma página. “No tienes fricción, ni tampoco resistencia”.

Pero hay un problema adicional que es además un riesgo. Según investigadores de la Universidad de Montreal, estudios han demostrado que los procesos reproductivos de las plantas son afectados por la falta de gravedad, con incidencia en el transporte intercelular y merma de crecimiento celular.

¿Te imaginas cómo ese tipo de cambios podrían afectar a un embrión humano?, se pregunta Woodmansee. “Espero que nadie se quiere hacer ese experimento”, se responde.

Los investigadores creen que el embrión podría sufrir múltiples problemas, desde daños neuronales y de corazón, hasta deformaciones óseas y alteraciones en el tejido muscular.

“Tal vez las futuras empresas de turismo espacial deberían prohibir el sexo en órbita. Que haya vuelos espaciales con una señal bien visible que diga: 'No se quede embarazada en el espacio'”, escribe Laura Woodmansee. “De momento, es mejor que los astronautas no hagan nada ahí arriba”.

Foto de cabecera: Flickr/Nasa