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Aprende a detectar el cáncer de piel y cómo evitarlo

Revisar la piel de manera regular es una de las medidas excelentes para detectar pronto una posible enfermedad.

24Horas.cl Tvn

Martes 6 de octubre de 2015

¿Qué pasa cuando se tienen varios lunares? ¿A qué se debería prestar atención? 

Estas son algunas de las preguntas de aquellas personas que tienen indicios de poder tener un cáncer. Para poder corroborar la salud periódicamente, el Dr. Jerry Brewer, de Dermatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, entregó algunas importantes recomendaciones para detectar melanomas u otros cánceres.

Según el especialista, acudir al dermatólogo para una evaluación anual y revisar la piel de manera regular son dos medidas excelentes para detectar pronto el melanoma y otros tipos de cáncer de piel, pues cuanto antes se descubre el cáncer de piel, mejor es la oportunidad de curarlo.

 

Pero... ¿qué es un melanoma?

El melanoma es el tipo más grave de cáncer de piel y se desarrolla en las células llamadas melanocitos que producen melanina o pigmento que da el color a la piel.

A pesar de no ser clara la causa exacta de todos los melanomas, se sabe que la exposición a los rayos ultravioletas (UV) y a la radiación proveniente de la luz solar o de las lámparas y camas de bronceado aumenta el riesgo para la enfermedad.

La cantidad de casos de melanoma ha aumentado drásticamente en los últimos 30 años, sobre todo en las mujeres de edad media. Dicho aumento podría tener vinculación con el mayor uso de camas de bronceado durante los años 80, cuando muchas mujeres que ahora tienen entre 40 y 50 años eran adolescentes.

Cuando el melanoma pasa desapercibido y se disemina puede ser muy difícil de tratar; pero si se lo detecta pronto, generalmente es curable.

Esa es la razón por la que es tan importante conocer la propia piel e informar al dermatólogo de inmediato sobre cualquier cambio, especialmente cuando uno se expuso mucho a camas de bronceado en el pasado.

La recomendación es revisar la piel una vez al mes y, en particular, vigilar la aparición de lunares nuevos.

Por otro lado, hay que tener presente el abecé del cáncer de piel e informar sobre cualquiera de esas cosas al dermatólogo.

- La letra A corresponde a asimetría: la mitad del lunar tiene apariencia diferente a la otra.

- La letra B corresponde a bordes: los bordes del lunar son irregulares, dentados o serrados.

- La letra C corresponde a color: el color de un lunar es diferente en una zona que en las demás; concretamente, si un lunar muestra los colores rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense, eso podría ser un cambio inquietante.

Es también importante observar el tamaño del lunar. Si el diámetro de un lunar excede de 635 milímetros o tiene aproximadamente el tamaño del borrador de un lápiz, debes revisarlo con un médico.

De igual manera, acude a que se revise un lunar si presenta algún cambio en su tamaño, forma, color o altura, y/o si se desarrollan síntomas tales como sangrado, comezón o sensibilidad.

Además, ten presente que aparte del melanoma hay otros tipos de cáncer de piel, tales como el carcinoma basocelular y el carcinoma de células escamosas. Estos tipos de cáncer tienden a lucir como manchas escamosas de color rosa o rojo en la piel, que no desaparecen por sí solas.

A pesar de que la revisión anual realizada por el dermatólogo posiblemente sea breve es fundamental para detectar pronto el cáncer de piel. Los dermatólogos se especializan en los trastornos de la piel y generalmente pueden ver rápido cualquier zona problemática en la piel. Eso es particularmente cierto después de la primera evaluación de la piel, cuya duración puede ser mayor a la de otras visitas de seguimiento.

Obviamente, la prevención es clave. Por ello, protege tu piel al máximo posible y siempre que puedas, evita exponerse al sol en la mitad del día, cuando los rayos ultravioletas son más fuertes.

Si sales al aire libre, sea cual sea la estación del año, aplícate bastante protector solar y vuelve a aplicarlo con frecuencia. El factor de protección solar o FPS del protector solar debe ser de por lo menos 30.

Nunca te exponga a luces ni camas de bronceado porque éstas aumentan drásticamente la posibilidad de desarrollar melanoma.