¿Has notado a tu bebé más irritable?, ¿bebe más leche?, ¿se retuerce al dormir y despierta constantemente? Si has respondido afirmativamente a alguna de estas interrogantes, es porque tu pequeño podría estar sufriendo un cuadro de cólicos.

Los temidos cólicos son gases que se acumulan por la inmaduración intestinal, generalmente comienzan durante el primer mes de vida y cesan entrando al 4 mes.

Si creías que durarían para siempre...¡ Sonríe! es sólo una fase y aquí te entregamos unos valiosos tips para sobrellevarlos: 

-Lo primero que debes saber es que tu paciencia es lo más importante. Escuchar a un bebé llorar por más de 3 horas angustia a cualquiera, por eso no debes temer en pedir ayuda. Llama a los abuelos, tíos o padrinos; comparte con tu pareja tus inseguridades y ayúdense mutuamente. Permítele a papá encargarse y date tiempo para descansar. 

-Si te sientes muy agobiada frente al llanto, déjale unos momentos acostado, siempre resguardando por su seguridad e inhala profundamente. Los bebés sienten tu frustración y eso también refuerza su estado de dolor.

- Hazle un masaje masaje ancestral Shantala. Si no lo conoces entonces en este video te contamos cómo hacerlo.

Recuerda utilizar aceites neutros o cremas hidratantes, en un ambiente tranquilo, temperado, además de ubicarse en una posición cómoda para ambos.

-Evita que tu bebé llore. Los bebes que lloran obtienen una mayor ingesta de aire y por ende, acumulan más gases.

-Cuando lo amamantes, intenta hacerlo en un ambiente tranquilo y cómodo para ambos. Prueba con varias posturas, quizás tu pequeño no se ha anclado correctamente al pecho o biberón y eso lo ha llevado a tomar más aire que leche.

-No temas cargarlo y mecerlo en tus brazos. Tu olor de mamá, caricias y amor siempre serán el mejor remedio. Colócalo junto a tu pecho y deja que escuche el latido de tu corazón.

-Únete a grupos de madres y comparte experiencias. No a todas les funciona lo mismo pero siempre existen alternativas novedosas que puedas intentar.

Por último, no dudes en consultar con tu Pediatra. Él siempre podrá darte el mejor tratamiento para tu pequeño.