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¿Verdadero o falso? Revisa aquí cuatro mitos sobre los gatos

La utilidad de sus bigotes, el tener que darles leche, que no se puedan bañar y que sus pelos provoquen enfermedades son parte de los mitos en torno a estas criaturas.

24Horas.cl TVN

Lunes 3 de agosto de 2015

Comienza el mes de los gatos y los fanáticos de los felinos, como siempre, están regaloneando y mimando a sus mascotas.

Pero, ¿saben qué creencias comunas sobre sus mascotas o ciertas y cuáles no?

Mito: La leche es un buen alimento para ellos

Todos los mamíferos necesitan leche durante su crecimiento, pero un gato adulto no necesariamente la requiere.

A pesar de eso la leche se asocia a los gatos porque gustan de beberla cuando tiene alto contenido graso, como en la antigüedad. Sin embargo, la leche que los humanos consumimos hoy en día está muy procesada, por lo que no tiene la grasa que hizo famoso el gusto felino.

Mito: El pelaje de los gatos pueden provocar enfermedades respiratorias

Este mito está más expandido respecto a los gatitos de pelo largo. Es falso que el pelo de gato pueda provocar asma o enfermedades respiratorias, pero sí puede provocar alergias.

Cuando un pelo de gato, o de otro animal, entra a la fosa nasal de una persona el estornudo que se produce es natural, ya que el cuerpo quiere deshacerse del objeto extraño. Puede ser esta la razón del difundido mito.

Mito: No hay que bañar a los gatos

"Un gato doméstico puede ser bañado un máximo de dos veces al mes", dice la veterinaria de Royal Canin, Viviana Estadella. Aunque claro, es probable que al minino no le guste.

Estadella también recomienda que esto se haga en un baño sin corrientes de aire, utilizando agua tibia y luego secando al animal correctamente.

Mito: Los gatos pierden el equilibrio si cortan sus bigotes

Los bigotes son una parte muy importante en el cuerpo de un gato y cada felino tiene entre 16 y 24 bigotes en total. Y sí tienen importancia vital: ayudan al gato al animal a explorar en la oscuridad y a percibir objetos.

Además, los usan para saber si entrarán en un espacio reducido, ya que el largo de sus bigotes tiende a coincidir con la anchura de su cuerpo.