El Nobel de Química 2015 fue para los científicos Tomas Lindahl, Paul Modrich y Aziz por sus estudios sobre los mecanismos de reparación del ADN.
La academia destacó el trabajo del médico sueco Tomas Lindhal; el biólogo norteamericano Paul Modrich y el bioquímico de origen turco Aziz Sancar.
Aunque para muchos puede ser algo lejano, el ADN es esencial en la vida humana y a diario sufre daños por factores medioambientales, como por ejemplo la radiación ultravioleta o el tabaco. Otro elemento que influye son los niveles de contaminación que afecta a las principales urbes del mundo.
Nuestras células cuentan con una "caja de herramientas" que permite reparar el material genético dañado, descubrieron los tres científicos.
En el caso de Tomas Lindahl, a través de sus estudios pudo comprobar que existía un sistema de reparación por escisión de bases, el que evitaría los daños del material genético.
Por otra parte Aziz Sancar logró detectar el mecanismo de reparación en base a la respuesta que generaba ante los efectos que produce la radiación ultravioleta.
Paul Modrich, otro de los galardonados, logró dar con otro sistema de reparación de ADN que se puede detectar durante la división celular.