La fibromialgia, también conocida como Síndrome de Fatiga Crónica, es una alteración en el sistema nervioso central, que provoca un dolor generalizado. Éste se produce por la disminución del umbral del dolor, producto de la baja en los neurotransmisores “de la felicidad”.
Es una patología difícil de pesquisar, ya que sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades. Por lo tanto, un buen diagnóstico es esencial.
Entre un 3% y 6% de la población padece fibromialgia en Chile. Este problema afecta mayoritariamente a mujeres de entre 20 y 50 años, aunque no tiene relación con la vejez. “Si una persona lo pasa mal o ha tenido una vida muy difícil, ha perdido buena parte de esos neurotransmisores que permiten manejar el estrés de la vida diaria”, agrega la reumatóloga de Centros Médicos Vidaintegra, Dra. Cristina Benavente.
Las personas que viven con mucho estrés, “pueden sufrir de fibromialgia ante cualquier estímulo, por muy pequeño que parezca. Por eso se dice que es una patología que tiene que ver con la estructura psicológica de la persona y su manera de enfrentar la vida”, afirma la especialista.
Pero, ¿por qué afecta más a las mujeres? Si bien no se conoce la causa de esta diferencia, la Dra. Benavente comenta que “es posible que sea porque las mujeres históricamente guardamos las penas, las frustraciones, y los problemas se acumulan. Afortunadamente esto ha ido cambiando, ya que el rol de la mujer en la actualidad es distinto y sus posibilidades de desarrollo son mayores. No es común encontrar jóvenes con fibromialgia hoy en día. El factor cultural pareciera ser preponderante”.
¿Cómo identificar una fibromialgia?
Según explica la reumatóloga, “la fibromialgia es una patología compleja porque no hay órganos involucrados. Si haces cualquier examen, lo más seguro es que no haya alteraciones”.
Para diagnosticarla se combinan dos índices de la Sociedad Americana:
1. Índice de dolor generalizado: molestias en sectores como cintura, piernas, brazos, mandíbula, nalgas, espalda, cuello, abdomen, etc.
2. Índice de intensidad de síntomas somáticos: tiene que ver con el intestino irritable, acidez, dolor de cabeza, debilidad muscular, fatiga, estreñimiento, náuseas, hematomas frecuentes y caída del cabello, entre otros.
Para su tratamiento se usan antidepresivos recaptadores de serotonina, que producen sensación de bienestar. Además, el ejercicio placentero produce serotonina que eleva el umbral del dolor, por lo que la especialista sugiere hacer natación, pilates, baile o una caminata.