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Dieta saludable: Sigue estos consejos para disminuir el consumo de carne

Nutricionista entrega siete recomendaciones para fomentar una alimentación sana y balanceada.

24Horas.cl Tvn

Viernes 30 de octubre de 2015

Hace unos días la Organización Mundial de la Salud, OMS, sorprendió al mundo al asegurar que la carne roja, uno de los alimentos principales en la dieta de la mayoría de los chilenos, es “probablemente cancerígena”, mientras que la carne procesada (como salchichas y hamburguesas) definitivamente aumenta el riesgo de padecer cáncer de colon.

La nueva información obliga a replantearse la cantidad de carne que consumimos. Los asados y menús en restaurantes son muy comunes en Chile. Según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) en 2014 los chilenos consumieron en promedio 87,3 kilos de carne.

“Debido a la mayor oferta, al menor precio y la mayor facilidad de preparación, hemos aumentado el consumo de carnes procesadas como vienesas, hamburguesas y cecinas. Es importante que los consumidores de carnes conozcan las posibles consecuencias de un alto consumo de estos productos y lo disminuyan, y también incorporen alimentos diferentes a su dieta”, asegura Ana María Neira, jefa de carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.

De acuerdo al Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), el consumo de 50 gramos diarios aumenta en un 18% el riesgo de desarrollar un tumor. En Chile, el Ministerio de Salud recomienda el consumo de una presa pequeña tres veces por semana para niños, y una presa mediana tres veces a la semana para adolescentes y adultos.

 

La alimentación requieren de un equilibrio de nutrientes y dada la carcinogenicidad de las carnes debemos aumentar el consumo de frutas y verduras”, explica Neira, Magister en Nutrición y Alimentos, quien entrega las siguientes siete recomendaciones para disminuir el consumo de carnes:

1. Disminuir el tamaño de la presa a consumir (debe ser del tamaño de la palma de la mano).

2. Preferir carnes frescas a las procesadas.

3. Variar entre pollo, pavo, pescado, mariscos, carnes de vacuno y cerdo.

4. Preferir las parrillas eléctricas o a gas, por sobre las de carbón. Esto porque el humo también es cancerígeno, además de contaminar las carnes.

5. Aumentar el consumo de guisos, donde la carne es un ingrediente más y no lo central del plato.

6. Atreverse a cocinar con ingredientes “nuevos” como el tofu, quínoa, algas y diversos hongos, que aportan diversidad de nutrientes y sabores.

7. Aumentar el consumo de frutas y verduras, porque éstas permiten inhibir los elementos cancerígenos de las carnes.