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Love me do sin Ringo

La grabación sin Ringo fue la que finalmente conquistó al mundo luego de explotar en Estados Unidos. Un error muestral que, cómo no, agranda y condimenta la leyenda.

Alejandro Caroca

Jueves 4 de octubre de 2012

        A George Martin simplemente no le gustó.Al hombre que se transformaría en un ícono junto a suspupilos, unos chascones y adolescentes bautizados como The Beatles, no le hizonada de gracia la forma en que Pete Best, el batería, dejaba inmortalizado elritmo en la grabación del primer sencillo de la banda, “Love me do”.

Corría el año 1962, un 6 de junio, y elresultado de ese registro en los EMI Studios, allá en Londres, trajo secuela:Pete Best fue separado del plantel y se incorporó, por fin, al mejor amigo delresto de la banda, un tipo simpático y bonachón que se hacía llamar Ringo. Así,semanas más tarde, en el mismo edificio, “Love me do” fue grabado con la nuevacontratación y otra vez llegaron los problemas.

A último minuto, por esas cosas del azar,John Lennon decidió que no era buena idea tomar la voz líder de la canción y almismo tiempo llevar la melodía central con la armónica. Por eso, le cedió elliderazgo vocal a Paul y le pidió a George que lo apoyara en los coros. Todosalió como esperaban, salvo por un detalle: A George Martin simplemente no legustó.

Su juicio fue tajante. Les pidió a losmuchachos que se olvidaran de Ringo, que no estaba a la altura de lascircunstancias y que era mejor buscar un batero de sesión. Era el 4 deseptiembre de 1962 y The Beatles otra vez se quedaba como trío. Pero una semanadespués, el día 11 por la tarde, llegó a los EMI Studios un maduro Andy White,músico escocés que ya sumaba una larga carrera como sesionista, para sentarse ala batería en el tercer intento de “Love me do”.

 

Paul, John y George no estaban muycontentos. Le pidieron al omnipotente productor George Martin que, por favor,dejara a Ringo, que era su amigo, que era bueno, que era un verdadero Beatles.Dudoso, el jefe aceptó que participara de la grabación pero sólo tocando elpandero, en un papel menor, casi humillante. Y así fue: la tercera toma de“Love me do” quedó registrada para siempre con un músico que nunca más volvió asentarse al mando de los platillos.

En Inglaterra, también por esas cosas delazar, finalmente el single fue editado, en un disco de 45 rpm, con la versiónde Ringo. Al otro lado del vinilo se incluyó “P.S. I love you”, una canción quePaul escribió entre sus juergas en Hamburgo a su novia de entonces, Dot Rhone.

La canción sonópor primera vez en las radios un 5 de octubre de 1962, hace exactos 50 años,con un éxito discreto en Liverpool y sus alrededores. Meses después, en abrilde 1964, fue la número uno del Billboard norteamericano pero en la versión deAndy White, la favorita de Martin.

Esa toma, sin Ringo, fue la quefinalmente conquistó al mundo luego de explotar en Estados Unidos. Un errormuestral que, cómo no, agranda y condimenta la leyenda.