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Adiós a la mordaz pluma

El controvertido escritor norteamericano que falleció a los 86 años deja un legado de observaciones la cultura estadounidense.

Cristián Jara

Miércoles 1 de agosto de 2012

No se andaba con chicas. El escritor estadounidense Gore Vidal llenó sus obras intelectuales con observaciones mordaces sobre la política, el sexo y la cultura estadounidense, mientras se peleaba con rivales influyentes en el mundo literario.

El escritor falleció el martes, a los 86 años, en su casa ubicada en las colinas de Hollywood debido a complicaciones tras una neumonía.

Su legado, que incluye una serie de novelas históricas -"Burr", "1876", "Lincoln" y "La edad de oro", entre ellas- así como la comedia "Myra Breckenridge", posee una trascendencia tal, que su deceso no tardó en convertirse en tendencia en las redes sociales.  

Vidal comenzó a escribir cuando era un soldado de 19 años de edad asentado en Alaska, basando su obra "Williwaw" en sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial.

Su tercer libro, "La ciudad y el pilar de sal" causó polémica en 1948 ya que fue una de las primeras representaciones abiertas de un personaje principal homosexual.

Vidal se refería a sí mismo como una "perra caballero" y fue tan egoísta y cáustico como elegante y brillante.

Además de codearse con los grandes escritores de su tiempo, chocó con muchos de ellos. Por ejemplo, consideraba a Ernest Hemingway una broma y comparó a Truman Capote con un "animal sucio que encontró la forma de entrar a la casa".

Sus enemigos literarios más famosos fueron el comentarista conservador William F. Buckley Jr. y el escritor Norman Mailer, al que Vidal comparó una vez con el popular asesino Charles Manson, luego de eso Mailer le dio un cabezazo antes de una aparición televisiva y en otra ocasión lo tiró al suelo.

Vidal y Buckley llevaron su disputa a la televisión nacional mientras se desempeñaban como comentaristas en la Convención Nacional Demócrata de 1968. Vidal acusó a Buckley de ser un "pro-cripto-nazi", mientras que Buckley llamó a Vidal "marica" y amenazó con golpearlo.

Vidal parecía no hacer ningún esfuerzo por reprimir su ego abundante. En una entrevista del 2008 con la revista Esquire, Vidal dijo que la gente siempre parecía impresionada de que hubiera conocido a tantos famosos, como Jacqueline Kennedy y William Burroughs. "La gente siempre pone esa frase al revés", dijo. "Quiero decir, ¿por qué no lo ponen de la forma correcta - que esta gente logró conocerme, y que lo deseaba?"