La vida de un adolescente puede estar cargada de gustos y tendencias ligadas a la música, el fútbol o deporte extremo entre otras actividades relacionadas a su crecimiento. Cosmo Taylor llevó esta etapa de su vida a un límite bastante poco usual entre los jóvenes de su edad y se dedicó a seguir los pasos de su padre en el físicoculturismo.
"Mi papá es un culturista y es mi ídolo. Desde muy pequeño siempre quise subir a los escenarios culturistas", afirma el menor. La actividad diaria de Cosmo se reduce a exámenes cardiovasculares, entrenamientos intensos durante una hora y una estricta dieta que le permite rendir en todas estas actividades, sumada la de asistir al colegio.
Junto a la ayuda de su entrenador y su padre, el niño inglés ya ha participado en competencias contra hombres que lo doblan en peso y edad. Se adjudicó el tercer lugar en un concurso cuyo límite de edad era dos años mayor a la suya.